Reseña | MÉLODIES: Gounod, Fauré, Berlioz

Bajo el título Mélodies, el barítono Roger Houzel y el pianista Maciej Pikulski reúnen en este disco un conjunto de diecinueve canciones francesas de los compositores Charles Gounod, Gabriel Fauré y Hector Berlioz. Los tres autores se inspiraron en los poetas románticos y muchas de las piezas tienen características propias de la música de salón: son breves, virtuosísticas y hacen un especial hincapié en el aspecto emocional. Se trata de melodías de gran lirismo en las que la parte poética es igual de importante que la musical.

El disco se abre con seis melodías de Gounod, uno de los principales compositores del siglo XIX en Francia, que utilizó textos de importantes poetas en sus composiciones. Le soir, la primera pieza que escuchamos, está basada en un poema de Lamartine y su atmósfera serena nos recuerda a la música de Fauré o Duparc. Queremos destacar la Chanson de printemps, una preciosa canción con versos de Tourneau. El piano realiza un acompañamiento continuado en semicorcheas, lo que permite resaltar la línea vocal.

Después de Gounod le llega el turno a Fauré. Après un rêve, con textos de Bussine, es un claro ejemplo del estilo bel canto con características de la música italiana. El acompañamiento pianístico está supeditado en todo momento a la línea melódica. Les berceaux, basado en un poema de Prudhomme, presenta una melodía seria que nos conduce a un clímax dramático: el movimiento de las olas lleva lentamente a los marineros lejos de tierra firme, alejándoles de sus esposas y conduciéndoles a un futuro incierto.

Un estilo más atrevido que el de Gounod o Fauré se observa en las composiciones de Berlioz. Así, en Le spectre de la rose apreciamos una textura compleja y en L’île inconnue el ritmo energético del 6/8 nos recuerda a una barcarola. Los dos músicos nos ofrecen unas interpretaciones soberbias. La dicción de Houzel es clara y elegante, y posee un gran dominio de los reguladores. Pikulski acompaña con excelente técnica y expresividad, cediendo siempre el protagonismo al cantante. Un placer para los oídos.

Por: Francisco J. Balsera