Reseña | Mandolin on Stage

Mandolin on Stage recoge cuatro de los conciertos más destacados para mandolina, formando una antología de la literatura musical del momento dorado de este instrumento: el siglo XVIII.

Una de los aspectos más llamativos de este álbum es la presencia de tres instrumentos originales, de características diferentes, pero que representan la diversidad organológica de la mandolina hasta el siglo XIX. Como indica el propio Raffaele La Ragione, el objetivo del álbum es interpretar estos cuatro conciertos con instrumentos históricos, ofreciendo al oyente una audición lo más fidedigna posible al estilo y la composición de cada pieza. Concretamente, los instrumentos representados son: la mandolina lombarda de seis órdenes dobles para la obra de Vivaldi, la mandolina napolitana de cuatro órdenes dobles para Paisiello y Lecce y, por último, la mandolina bresciana de cuatro órdenes simples para Hummel.

Mandolin on Stage se abre con el famosísimo Concierto para mandolina en Do mayor RV425 de Antonio Vivaldi, con una interpretación chispeante y ligera. A continuación, la Sinfonía ‘Il mondo alla roversa’ de Baldassarre Galuppi da paso al Concierto en Mi bemol mayor de Giovanni Paisiello, de estilo galante, muestra una interpretación virtuosa tanto técnica como musicalmente, sorprendiendo en la variedad de los adornos que integra. En esta ocasión, es el mismo Paisiello con su Sinfonía ‘La serva padrona’ quien conduce al Concierto en Sol Mayor de Francesco Lecce. El mandolinista continúa con una exhibición de virtuosismo en los movimientos rápidos, que contrarresta con el fraseo natural y cantábile del lento. Tras un paseo por el Barroco, La Ragione finaliza introduciéndonos en el Clasicismo a través del Concierto en Sol Mayor de Johann Nepomuk Hummel, el concierto clásico por excelencia para la mandolina, antecedido por la Sinfonía en Re mayor ‘Le Pescatrici’ de Franz Joseph Haydn.

En Mandolin on Stage, Raffaele La Ragione pone de manifiesto, con una excelente interpretación, la calidad de los conciertos para mandolina, difíciles de disfrutar en las salas de concierto y programaciones de orquestas.

Por Ana Juanals Bermejo