Mahler 5
Orquesta Filarmónica de Málaga
José María Moreno Valiente, director
Ibs Classical IBS192020
La Orquesta Filarmónica de Málaga y su titular, José María Moreno Valiente, conmemoran el 30 aniversario de la fundación del conjunto interpretando la Quinta Sinfonía de Gustav Mahler para Ibs Classical, sello que vuelve a adentrarse con esta excelente grabación en el gran sinfonismo.
Escrita durante los hipercreativos veranos de 1901 y 1902, la sinfonía, en palabras del compositor, ‘expresión … del poder sin paralelo de la actividad de un hombre a la luz de sol, que ha alcanzado su clímax vital’, es acometida por Moreno Valiente y la OFM con entrega y grandiosidad absolutas, atentos al detalle del exuberante entramado tímbrico y polifónico tanto como al empaste sonoro, la agógica y dinámica requeridas. Repárese en el contraste del Tormentoso con que arranca el segundo movimiento, verdadero desarrollo musical del primero, la Marcha Fúnebre (o ‘segundo primer movimiento’ de la sinfonía, según Paul Bekker), con el repentino, lúgubre cambio (Significativamente lento) que precede a la cita del segundo tema de la Marcha. No existe en toda la sinfonía pasaje más enigmático ni desconcertante, más desolador, que el conducente a la nueva entrada y ulterior desarrollo del mencionado tema (4’40”): sobre un redoble de timbal en pp (Siempre lento), sostenido durante 20 compases, emerge un lamento encomendado a los violonchelos que hacia el final secundan violas y clarinetes en Si bemol con largas notas ligadas; un pasaje del que director y orquesta extraen cuanto misterio alienta el silencioso repliegue del oyente en sí mismo. Repliegue intenso volverá a haber tras el chispeante semi vals en Re mayor del Scherzo, en la serena meditación a la que invita el inmarcesible Adagietto, verdadera canción sin palabras que comparte inspiración temática con ‘Me he alejado del mundo’, del ciclo de los Rückert-Lieder, concluido junto a otras canciones en el primero de aquellos dos veranos creativos; regalo de compromiso de Gustav a Alma, como confesaran por separado ambos contrayentes al director Willem Mengelberg; y regalo también para nosotros, qué duda cabe, en la exquisita interpretación de Moreno Valiente y la OFM.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
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