Título: Maestro
Dirección: Bradley Cooper
Música: Bernstein, Beethoven, Mahler, Lincoln Chase
El biopic de Leonard Bernstein a ojos de Bradley Cooper
Un anciano pianista, de pelo cano y jersey rojo, se encuentra frente al piano, interpretando una de sus últimas composiciones. Al otro lado, focos, cámaras, y un micrófono. Cigarro en mano, se encuentra en mitad de una entrevista en la que narra su vida. De este modo, se nos presenta al compositor y director de orquesta norteamericano Leonard Bernstein en Maestro, la última cinta dirigida y protagonizada por Bradley Cooper, nominada a siete premios Óscar entre los que destacan Mejor Película y Mejor Actor.
La historia comienza con un joven Bernstein de 25 años, el día que recibe una llamada para sustituir a Bruno Walter como director de la Filarmónica de Nueva York en el afamado Carnegie Hall. Sin tiempo para ensayos, acepta el reto y la obra es un éxito. Desde entonces, Bernstein se hace un hueco en la dirección, y consigue un amplio renombre.
Cooper pone el foco en la que fue su esposa, Felicia Montealegre, una actriz y pianista chilena que queda a la sombra del músico. Alumna del pianista Claudio Arrau, debutó en Broadway en 1946, mismo año en el que conocería a Bernstein. En la película se revela como una mujer fuerte y adelantada a su época, y muestra los sacrificios que esta se ve avocada a hacer en favor de la carrera y reputación de su marido, lidiando con sus excesos e infidelidades en un intento de mantener unida a la familia. Felicia acepta y es conocedora de la bisexualidad del compositor, pero se siente ampliamente afectada y desplazada por las relaciones extramatrimoniales de este.
En la banda sonora, evidentemente, las composiciones de Bernstein son pieza clave para el avance de la historia, que se acentúan en las escenas de amor e intimidad entre la pareja, como sucede cuando aparece el icónico preludio de West Side Story, jugando con nuestra nostalgia. Compositores como Robert Schumann o Lincoln Chase, entre otros, aparecen en los conciertos que se reflejan en la película, de los que destacan el final de la Sinfonía núm. 2 en Do menor, ‘Resurreción’ de Mahler, que aparece en un momento culmen de reconciliación (o resurrección) de la pareja, o la Sinfonía núm. 8 en Fa mayor de Beethoven, con la que enfatiza su labor docente en la dirección. Su forma entusiasta y llena de energía de dirigir la orquesta fue una de las características principales del compositor, y es un detalle que Cooper plasma a la perfección.
A pesar de que la obra se centra más en la vida íntima y personal del director de orquesta, a lo largo de la película podemos ver su paso por las orquestas de Nueva York, Viena e Israel, así como sus conciertos de mayor importancia. A vista de pájaro, nos deja ver además sus facetas de compositor y profesor, donde aparece la parte más humana de Bernstein.
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