De manera muy general podemos decir que la gran difusión de la música en el territorio ruso empieza en los siglos XVII y XVIII. Pasa después por la brillante etapa nacionalista, durante el zarismo se enfrenta a le incertidumbre y, al llegar la dominación soviética, los resultados son pobres por las presiones políticas, a excepción de unos pocos nombres importantes y famosos dentro y fuera de sus fronteras. Estos últimos tuvieron que luchar contra las ideas y las directrices políticas que cercenaron, en no pocas ocasiones, sus expresiones artísticas y creadoras, aunque tales inconvenientes no pudieron coartar su talento.
El libro de González Mira, que a juzgar por lo leído conoce la historia de estos territorios, se adentra en las grandes escuelas rusas occidentalistas y nacionalistas, y ofrece un estudio de las influencia de Stalin y las consecuencias de la política soviética.
Además de referirse a la situación social en la que nacen y crecen las grandes escuelas, ofrece un estudio biográfico y estético de un buen número de compositores, incluyendo una breve referencia a sus obras más relevantes. Luego se adentra en las biografías de Chaikovski, Scriabin, Glinka, Balákirev, Borodín, Rimski-Kórsakov, Músorgski, Glazunov y los cuatro grandes: Rajmáninov, Stravinski, Prokófiev y Shostakóvich, dando para las grandes producciones de estos músicos un atractivo análisis de lo más relevante de su catálogo.
No faltan el útil índice onomástico, una atractiva bibliografía y, sobre todo, una amplísima discografía de una treintena de compositores.
Los músicos de Stalin es un buen trabajo para acercarse y conocer la música de aquellas tierras que se han visto demasiado influenciadas por sus gobernantes durante los últimos siglos. Además de poder leerse ‘de corrido’, es un atractivo libro de consulta.
Los músicos de Stalin. El resultado de cien años de música rusa. Pedro González Mira. Sinatra. Editorial Berenice. Córdoba, 2022, 377 páginas.
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