Reseña | Les transformacions, Aleix Puig Caminal

El cuarteto de cuerda es, para muchos compositores actuales, una entidad poderosa de la que sentir respeto hasta el punto de poder resultar paralizante. Para los compositores de concierto representa la hegemonía de un tiempo y una técnica, muchas veces difícil de dejar atrás. Es por eso que, a menudo, los grandes intérpretes activos con inquietudes compositivas y una línea de pensamiento fuerte abordan el cuarteto con mayor valentía y destreza (fruto del gran conocimiento interno del instrumento que es el cuarteto).

Es el caso de Aleix Puig Caminal, violinista y compositor, quien con enorme destreza y habilidad con el lápiz ha creado esta gran pieza dividida en veinte miniaturas, cuyos nombres e inspiración parten del poemario de Johannes Eykermann, homónimo a este disco.

Su música es el placer de abandonarse al ‘todo vale’ desde una perspectiva de apertura y enriquecimiento de la música a través de toda su historia. Su posición es tan radical que no tiene miedo a denominar su música como pastiche; incluso se atreve a revertir el significado de palabras como basura y secreción para tratar de explicar un concepto que, poco a poco, se va extendiendo en los compositores actuales: somos el resultado de la ingesta de infinitud de músicas que terminan por generar una mezcla indescriptible, una secreción, como dice Aleix.

Entre estas veinte miniaturas encontramos música diatónica muy expresiva que nos transporta al posromanticismo, música experimental basada en el gesto de los instrumentos con breves líneas melódicas disonantes, un tango, música que bien podría ser el arreglo para cuarteto de cuerda de una canción pop, piezas modales con un lenguaje de la nueva música de concierto actual, miniaturas basadas casi completamente en la rítmica y percusión de los instrumentos de cuerda frotada… En definitiva, una mezcla extremadamente variada que se sujeta en el poemario para sostenerse estructural y emocionalmente, pero que funciona como un engranaje autónomo formado por diferentes piezas.

Este disco puede ser un paso más (de los muchos que empezamos a ver hoy en día) a favor de una música de concierto realmente actual, que no nos vende radicalidad y rabiosa contemporaneidad, sino que a través de las influencias reales del mundo crea, dejándose influenciar. Es un aprendizaje para quienes queréis adentraros, sin miedo, en el cuarteto de cuerda actual.

Por Pablo de Diego