Las rutas de la esclavitud 1444-1888
Kassé Mady Diabaté, voz
Iván García, bajo
Maria Juliana Linhares, voz
Bakary Sangaré, recitador
BallakéSissoko, kora
Hespèrion XXI
3MA
Tembembe Ensamble Continuo
Jordi Savall, dirección
AliaVox AVSA9920
La esclavitud ha sido una de las mayores maquinarias de producción de sufrimiento de la historia de la humanidad. Desde la violencia de la captura, desgarrando comunidades y familias, y el trauma del viaje, de gran mortalidad, los esclavos eran lanzados a una negación diaria de su condición de seres humanos, un doloroso estigma que pasaba de una generación a otra y cuya marca en el pasado de una familia se veía como signo de inferioridad social, intelectual y moral. Si bien está documentada desde el mismo nacimiento de la Historia, hace 5.000 años, este trabajo pone la horquilla entre 1444 (fecha de la primera expedición de captura colectiva en un texto contemporáneo) y 1888 (año de la abolición de la esclavitud en Brasil).
Iniciamos el viaje con una cita de Aristóteles: “la esclavitud está dividida en dos, los amos y los esclavos”. Las percusiones nos introducen en las travesías de los barcos negreros y dan paso al recitado del texto arriba mencionado, en el que los hombres de Portugal toman esclavos en Guinea. El texto leído da el relevo a la improvisación de una djonya, una introducción cantada por el maliense Kassé Mady Diabaté.
Los sonidos africanos ceden espacio a una pieza más familiar, La Negrina / Gugurumbé de Mateo Flecha el viejo, engalanada con el ya habitual sonido Savall. Se enlaza con el son jarocho de Los Negritos, primera aparición del Tembembe Ensamble Continuo, grupo de cámara dedicado a la investigación y difusión de la música barroca hispana y el son tradicional de México y América Latina. Con músicos de México y Colombia, la sonoridad de instrumentos como el tiple colombiano, la vihuela o la jarana nos recuerdan el importante poso que produjo la comunicación musical entre Nuevo y Viejo Mundo en Centroamérica a lo largo de piezas como Mariquita, Maríao La Iguana.
Participa también el conjunto 3MA, formado por D. El Maloumi (oud), de Marruecos, B. Sissoko (kora) de Malí, y Rahery (valiha), de Madagascar. La sonoridad de los cordófonos africanos acompaña las lecturas y con improvisaciones sobre ostinatos y ejecutan dos piezas instrumentales de origen tradicional, Kouroukanfouga y Vero. Participan también en los cantos de grio timprovisados por Diabaté.
Se suman también la cantante M. J. Linhares y el percusionista Z. L. Nascimento, ambos de origen brasileño. Si bien en canciones tradicionales como Vida aoJongoo Bom de Briga su protagonismo es indudable, también se dejan oír durante todo el programa, con un importante peso de la percusión, a la que se suman Pedro Estevan, Leopoldo Novoa y Enrique Varona.
Música antigua, criolla, tradicional africana, hispanoamericana, locución e improvisación son los ingredientes de uno de los programas más ambiciosos de la trayectoria de Jordi Savall al frente de La Capella Reial de Catalunya y Hespèrion XXI. Con la colaboración de intérpretes de ocho países africanos y americanos, treinta y dos músicos de diferentes tradiciones ayudan a componer un collage sobre la esclavitud en la Edad Moderna. Los cantos más alegres conviven con testimonios escalofriantes, porque la danza y la música fueron, para muchos esclavos, el único estado de libertad del que pudieron disfrutar. Especialmente dura es la lectura de los castigos contemplados en el Código de la Esclavitud de Barbados, de 1661, que preferimos no citar aquí.
A modo de complemento del contenido musical, un dosier con siete ensayos y epígrafes sobre la esclavitud ayudan a comprender su problemática en contexto, firmados por P. Cartledge, G. Nerín, J. A. Martínez Torres, J. A. Piqueras, S. Grau Torras y el propio Savall, además de dos estudios sobre esclavitud de la Walk Free Foundation y la UNESCO. Sumando más de quinientas páginas entre los seis idiomas y la bibliografía, el libro está ornamentado con numerosas miniaturas, pinturas y grabados ilustrando escenas de cautividad. Un trabajo artístico con un acabado excepcional con el fin de tomar conciencia del problema de la esclavitud, que aún somete a cuarenta y cinco millones de personas en todo el mundo.
Por: Pablo F. Cantalapiedra
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