Musica Alchemica
Lina Tur Bonet, dirección
PAN CLASSICS PC 10408
Melómano de Oro
La primera pieza, Alia fantasia, a violín solo, de Matteis, nos sirve como preludio a todo este trabajo, con un clima de virtuosismo y texturas armónicas que tiene como protagonista a su directora, la violinista Lina Tur Bonet.
Las siguientes obras muestran uno de los géneros del Barroco por excelencia en sus múltiples formas, la sonata. Podemos apreciar la nueva masa sonora, sin precedentes en la historia, formada por instrumentos de cuerda frotada y pulsada, y la tecla. Tal es el caso de la Trio sonata sopra la Mónica opus 8 núm. 45, de Marini.
El bajo continuo, nuevo elemento, es una constante que sirve de cimentación armónica sobre la que fluyen los instrumentos melódicos, en este caso violines y violas d’amore. El bajo destaca especialmente en las piezas basadas en un ostinato, Folias echa para mi Señora Doña Toralilla de Carallenos, de Flaconieri, y la Ciaccona en Do mayor, de Bertali.
En Centroeuropa siguieron la estela de los italianos y compositores como Biber compusieron obras de gran inspiración como la Partita núm. 5 en Sol menor C 66, con su último movimiento ‘Passacaglia‘, un festival de expresividad al que Musica Alchemica le saca el mayor partido.
Las obras de Westhoff y Buxtehude, al final de este trabajo, nos sitúan en una etapa de madurez del Barroco. La escritura, plenamente idiomática, sienta las bases de las ulteriores obras maestras de Bach, la culminación de todo un siglo dedicado a la búsqueda de la belleza a través de unos instrumentos plenamente emancipados de la voz.
Por Enrique Pastor Morales
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