José M. Sánchez-Verdú. KHÔRA Cycle for Saxophone Quartet and Microtonal Accordion
SIGMA Project
Iñaki Alberdi, acordeón
KAIROS 0022011KAI
★★★★
La grabación de una obra como Khôra, un ciclo de piezas que incluye una dramaturgia espacial indisociable de la música, supone una contradicción que es necesario abordar para entender la propuesta: en el disco no podemos escuchar el movimiento, las diversas fuentes sonoras, la ‘creación del espacio’, como indica José María Sánchez-Verdú. Al haber disfrutado de alguna de estas obras en concierto me atrevo a afirmar que el espacio es una dimensión fundamental para la comprensión del proyecto y, como en otras páginas del compositor, la experiencia del directo modifica de manera esencial el sonido. Dicho lo cual, podemos centrarnos en las virtudes del álbum. La principal de ellas es contar con la interpretación de los propios dedicatarios de la partitura: Khôra es un conjunto de obras para cuarteto de saxofones y acordeón microtonal, y supone el resultado de una serie de encargos realizados por SIGMA Project e Iñaki Alberdi. Gracias a sus extraordinarias ejecuciones podemos escuchar la que sin duda es la versión de referencia de esta obra amplia, compleja y llena de derroteros, que parte del concepto platónico de ‘khôra’ (‘soporte’ o ‘receptáculo’ son traducciones aproximadas) para desarrollar su especulación sonora. Las dinámicas y registros límites, la alternancia de combinaciones instrumentales, el amplio rango de sonidos que el saxofón y el acordeón pueden producir —y cuya materialidad o fisicidad son la mejor manera de evidenciar la dimensión espacial en una grabación, como se aprecia por ejemplo en el bello inicio de Khôra II—, son las herramientas con las que se levanta esta ‘poética arquitectónica de la percepción’, y los intérpretes ayudan a evidenciarla. En este sentido, es destacable el tour de force que realiza el saxofón bajo en Transitus, la obra más temprana del álbum y que combina estallidos de energía con los gestos más sutiles. O la densa masa sonora que maneja el acordeón microtonal de Alberdi en Horos II, que constituye uno de los momentos más viscerales. Khôra requerirá de varias escuchas para captar sus matices, pero el esfuerzo merece la pena.
Deja una respuesta