José de Baquedano. Música para la catedral de Santiago
La Grande Chapelle
Albert Recasens, dirección
Lauda LAU 022
★★★★★
Como nos tienen acostumbrados Albert Recasens y La Grande Chapelle, hemos descubierto otro tesoro del legado musical español. Se trata de José de Baquedano, compositor navarro que fue maestro de capilla de la Catedral de Santiago entre 1681 y 1711. De este compositor se han rescatado varios motetes, salmos y lamentaciones que se interpretan en este álbum. Cuatro de ellos (Assumpta est Maria, Senex puerum, O crux, ave spes y Viri Galilei) son la primera grabación mundial, lo que deja ver la importancia del trabajo realizado.
La formación es coral e instrumental: cuenta con nueve voces, tres vihuelas, bajón, violón, arpa, órgano y clave. Esta combinación tímbrica es fiel a la interpretación histórica en la catedral, ya que se utilizaban los instrumentos tanto como acompañamiento como refuerzo o sustituto de las voces. Por otra, construye una textura rica y vibrante en su conjunto, calidez en los graves y dulzura en los agudos.
El álbum rinde digno homenaje a un compositor que añadimos a la lista de los injustamente desterrados de la historia, castigados con el látigo de la indiferencia. Ha sido así no solo por su condición ibérica, sino también por escribir con un estilo antiguo y conservador. Lo que viene a defender Recasens es que, a fin de cuentas, no es tan importante el estilo como la calidad de la composición, y este disco lo demuestra sin lugar a dudas.
Los contrapuntos y los contrastes entre voces se llevan a cabo con mucha delicadeza, respetando la comprensión del texto y su significado. El lugar donde se ha grabado, la Igreja do Menino Deus en Lisboa, les ha favorecido enormemente. Se aleja de las ‘asépticas y quirúrgicas salas de concierto’ que criticaba en su día John Tavener, y con sus resonancias envuelve y acoge cada construcción armónica.
No puedo acabar la reseña sin valorar la investigación histórica y musicológica aportada en el librito: un artículo de Ofelia Rey Castelao sobre la capilla de música de Santiago y otro de Recasens sobre Baquedano que ayudan a enmarcar la escucha.
Por Luis Meseguer Mira
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