Reseña | Handel’s Queens. Cuzzoni & Faustina

Interesante doble disco teóricamente de arias de ópera de Haendel, pero en realidad encontramos también obras de Pollarolo, Hasse, Porpora, Orlandini, Vivaldi, Torri y Leo. Un elenco variado de compositores pues, con algunas primeras grabaciones mundiales. Podríamos decir que se trata de un programa dedicado a la figura de dos cantantes femeninas muy importantes en el siglo XVIII: Francesca Cuzzoni y Faustina Bordoni. Lucy Crowe y Mary Bevan son las sopranos del disco que interpretan, respectivamente, a esas cantantes barrocas, acompañadas por la London Early Opera, de instrumentos originales, bajo la dirección de una figura femenina: la clavecinista Bridget Cunningham.

A pesar de ser una orquesta de veinticinco miembros, en general suena débil y con falta de fuerza interpretativa. La voces solistas, en cambio, suenan excelentes, con bonito fraseo, poco vibrato (como tiene que ser en la época) y con bellas cadencias en los finales de las arias.

En la sinfonía de Ariodante de Pollarolo, Cunningham se arriesga a introducir unas escalas ascendentes y descendentes del clave, a modo de improvisación, que terminan por hacer evidentes sus problemas técnicos para solucionarlas de una manera nítida.

La toma de sonido no hace justicia a los músicos, con un estéreo mal definido y un sonido un tanto metálico de la cuerda.

El uso del registro del laúd del clave en el aria de Ariodante de Pollarolo, convierte al continuo en algo interesante, a diferencia del aria de Giulio Cesare de Handel en la que el clave se acaba convirtiendo en algo demasiado aburrido (que diferencia con la mítica y bella versión deSkip Sempé con María Bayo).

En el obligato de flauta de pico sopranino del aria de Riccardo Primo de Haendel se podrían haber introducido ornamentos en el da capo para hacer una interpretación más brillante. Introducir una tiorba en el bajo continuo hubiera sido también una buena idea para dar riqueza al acompañamiento de la voz.

Aún así, se trata de un disco muy recomendable en cuanto a contenidos.

Por Àngel Villagrasa Pérez