Reseña | Handel. La Resurrezione

The English Concert es una de las orquestas barrocas de referencia en Inglaterra. Fundada por Trevor Pinnock, cuando este abandonó el cargo le sucedió Harry Bicket, gran especialista en la música de Haendel y sus óperas. En el presente registro del sello Linn Records, este conjunto nos presenta el oratorio La Resurrezione bajo la óptica de los instrumentos barrocos y criterios históricos interpretativos. Si bien ya existían versiones de referencia en el mercado como la de Nicholas McGegan o Mark Minkowski, por poner algunos ejemplos, lo cierto es que esta nueva grabación nos aporta algo nuevo interesante respecto a grabaciones anteriores.

El primer elemento a destacar es el rico bajo continuo, formado por dos claves o clave y órgano que, junto a la tiorba, nos aporta un sonido pleno y rico, lleno de contrastes y con asociación a personajes distintos en los recitativos, cosa que se denomina técnicamente como bajo continuo poético.

El reparto vocal suena cohesionado entre sí, destacando especialmente los papeles de Lucy Crowe y del excelente contratenor Iestyn Davies, sin olvidar el buen papel del bajo Ashley Ritches.

La orquesta, de dimensiones considerables, suena bien cohesionada, con la calidez que aporta el uso de cuerdas de tripa, a la vez que la fuerza y energía en los movimientos rápidos. Destaca el buen papel de las trompetas naturales que, a pesar de sonar brillantes, podrían haber hecho uso de la ornamentación en la primera aria de la obra, al igual que hace la soprano. Destacan los bellos solos de los instrumentos solistas en algunas de las arias, así como la ornamentación de los cantantes en los da capo de las arias, aquí sí bien elaborada.

La toma de sonido es nítida, con buena presentación e información sobre la obra. A pesar de que en esta grabación no dirige desde el clave, lo cierto es que la dirección de Harry Bicket es atenta y precisa a toda clase de detalles, cosa que demuestra el buen estado de esta agrupación que sigue haciendo incisiones importantes en la gran música de Haendel.

Por Àngel Villagrasa Pérez