Gustav Mahler. Sinfonía núm. 2 en Do menor, ‘Resurrección’
Orquesta y Coro Nacionales de España
David Afkham, director
Christina Landshamer, soprano
Karen Cargill, mezzosoprano
Sony Music 8436552740095
★★★★★
La sinfonía es una de las experiencias más elevadas en esta vida. Hay una conexión inexplicable en ese océano sonoro que se expande en todas direcciones. Mahler nos conduce a espacios inauditos, los que son posibles gracias a una portentosa orquestación donde la armonía ofrece posibilidades que no se agotan. La reducción de efectivos que ha llevado a cabo José Luis Turina con motivo del cincuentenario del Coro Nacional de España no menoscaba la esencia de esta partitura; sino que resulta favorable para perfilar los acabados tímbricos de muchos pasajes.
Lamento y esperanza se dan la mano en un tejido que cautiva desde los primeros compases. Excelentes prestaciones las de la Orquesta y el Coro Nacionales de España bajo la dirección de David Afkham: control de la dinámica en un amplio espectro, claridad y esbeltez del fraseo y un juego de planos sonoros perfectos son los rasgos que caracterizan esta interpretación. Desde el podio, Afkham nivela las familias instrumentales en un discurso que va adentrando al oyente en un drama sinfónico coronado en el canto coral. Las dos cantantes solistas redondean dignamente esta versión.
Allegro maestoso, cuyas diáfanas melodías dan lugar a una textura sincopada proverbial; la suavidad de la cuerda alcanza cotas idílicas con glissandi suspirantes y el matiz pianissimo desvela un tesoro interior. De mucho encanto el Andante moderato, con agudos y graves alternados junto a unos ostinati y pizzicati que contribuyen a la musicalidad. Tercer movimiento sinuoso, de fanfarria muy timbrada y una danza manifiesta. Karen Cargill invita al recogimiento con una voz que varía de los tonos medios a los graves mientras que el acompañamiento orquestal refleja lo empíreo. Rico el Finale, cuya procesión resignada viene secundada por solos a la manera del reclamo del Destino; la imperturbabilidad del viento-metal sobrecoge como angustia y entrega al modo de un lienzo romántico.
Paz con el Coro en un pianissimo empastado que luego se diversifica junto a los solistas; la fanfarria a la inglesa que surge en medio es un hermetismo de ultratumba, como si fuere la visión terrena de la muerte, que es trascendida por el coro al final en su noble ascenso.
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