Reseña | Francisco Calés. Las dos sinfonías

Sesenta y cuatro años han tenido que pasar para que el mundo tenga ocasión de escuchar los dos trabajos sinfónicos de un compositor español poco menos que desconocido. El zaragozano Francisco Calés Pina (1886-1957) estudió en Madrid y muy pronto dio muestra de sus capacidades creativas, pero la época que le tocó vivir no permitió que estas aptitudes se desarrollaran suficientemente. Para sobrevivir en el mundo de la música, Calés Pina tuvo que refugiarse en el Ejército y en la enseñanza, y dejar la composición hacia 1924 ante la imposibilidad de que sus obras fueran escuchadas. Su catálogo es corto pero variado y, además de páginas sinfónicas, escribió tres óperas.

Las dos obras aquí grabadas son composiciones tempranas. La Primera sinfonía data de 1912; fue ganadora de un concurso del Círculo de Bellas Artes de Madrid y se escuchó en 1915. La Segunda sinfonía es de 1916, y no pudo ser escuchada por su autor. El estreno fue dirigido por el maestro Temes, al frente de la Orquesta Sinfónica de Castilla y León, el 11 de septiembre de 2010.

Ambas sinfonías son obras de extendida duración (el disco completo dura 78 minutos) y muestran un compositor hábil en la orquestación, poderoso en la exposición de los temas y que no renuncia a sus raíces hispanas al proponer sendos scherzi no folclóricos pero sí con aires evocadores de lo que nos es propio.

El trabajo del director madrileño al frente de la Orquesta de Córdoba es, como siempre, de primer nivel. Atento a los detalles, a identificar y señalar los planos sonoros, a gestionar las dinámicas de unas obras atractivas e interesantes que merecen incorporarse al repertorio de nuestras orquestas. Este es el trabajo que queda por delante. El camino, como otras veces, lo ha abierto el maestro Temes. Y, también como otras veces, hay que agradecérselo sin remilgos.

El disco ofrece un buen sonido gracias al trabajo técnico de Javier Monteverde.

Por José Prieto Marugán