Reseña | Facundo de la viña. Obras orquestales

Es muy probable que la mayoría de nuestras orquestas no hayan tocado nunca ni una sola nota de la música de este compositor asturiano (Gijón, 1875-Madrid, 1952) que se formó, básicamente, en Madrid y París. Un músico notable en el conjunto de la producción sinfónica española del siglo pasado. Además, compuso música religiosa, para piano y más de siete óperas, solo una de las cuales, titulada La espigadora, se pudo contemplar en el Teatro del Liceo en 1927.

Esta es la esquemática biografía del autor de las cuatro piezas sinfónicas que nos ofrece, en primera grabación mundial, este disco con el que el director madrileño José Luis Temes sigue dando muestra de su interés por dar a conocer músicas atractivas y desconocidas de nuestra historia. Todas ellas son de carácter descriptivo, y responden a los siguientes títulos: Poema de la vida, Sierra de Gredos, Covadonga y Paisaje castellano. La primera de las citadas, de 1946, es una suite en cuatro movimientos que retrata el desarrollo de la vida humana y tiene cierto carácter autobiográfico. Sierra de Gredos,poema sinfónico de 1915, evoca el Barco de Ávila, lugar conocido del compositor. Covadonga,de 1918,es página alusiva a un episodio singular de nuestra historia. Paisaje castellano,de 1933, página de construcción más moderna que las anteriores, fue dedicada al director Enrique Fernández Arbós, de tanta importancia en nuestra historia.La grabación tiene el sello personal de Temes: colores, claridad de planos, dinámicas, y el resto de elementos que conforman una grabación de primer nivel artístico.

A la ejecución de ellos responden los componentes de la Filarmónica malagueña con calidad técnica suficiente y, sobre todo, con el entusiasmo de una formación joven. Merece la pena escuchar esta grabación que, como otras del maestro Temes, viene a demostrar que España sí produjo música sinfónica en el siglo XIX. ¡Y de calidad!

Por José Prieto Marugán