Silvia Tripiana Muñoz.
Libargo.
Granada, 2019.
162 páginas.
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El libro se estructura en ocho apartados que se ocupan de la práctica fragmentada (a través de distintas fórmulas); la concentración en el estudio (trabajar en períodos no muy largos, pero intensos); aplicación de la ergonomía (posiciones correctas, respiración…); auto-orientación (por medio de mensajes constructivos y retroalimentación); escucha autocrítica y consciente, (porque oír es distinto a escuchar); lectura precisa (para entender claramente la partitura); práctica indirecta (cambiar tempos para reforzar la técnica y la expresividad); conocer nuestros límites (no pretender más de lo que se puede). Todas estas formas de aproximación suponen, en cada etapa, un acercamiento ‘de lo general a lo particular’, y potencian el autocontrol crítico en el estudio.
Cada apartado ofrece, al final, un resumen muy útil de su contenido. No es un libro de ‘recetas’, pero sus enseñanzas se pueden expresar en dos palabras: pasión y perseverancia. Tampoco se trata de un libro de autoayuda al uso, sino una serie de reflexiones sobre cómo abordar el trabajo, apoyadas en el testimonio de grandes intérpretes y profesores, y de modernas investigaciones sobre el particular.
Por José Prieto Marugán
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