Reseña | Essential Saint-Saëns

Dos acordes rompen el silencio de improviso y abren la puerta a un mundo fantástico alrededor de la música de Saint-Saëns. La obertura de Andromaque, obra de Racine a la que el compositor dotó de música, nos imbuye en un sentimiento de expectación mágica; los ojos del adentro, los oídos, bien abiertos. Como preludio a lo que será la intervención posterior del violonchelo, la obra anticipa el carácter cambiante y ordenado, pero personal, de la música de Saint-Saëns. Para quienes aseguraban ver en él un compositor alejado de lo emocional, la selección dirigida por Josep Vicent evidencia no solo una gran capacidad inventiva, sino también expresiva. Prueba de ello es la prolífica y ecléctica obra del músico francés, que trabajó gran parte de los géneros musicales del momento.

Y si lo que esperamos de la música romántica creada en Francia es el orden y la claridad, la interpretación del solista no debería serlo menos. El violonchelista Damian Martínez nos ofrece una interpretación muy pulcra del Concierto núm. 1 en La menor opus 33, acompañada con gusto por una orquesta con la que en momentos se mimetiza y sobre la que, en otros, declama su discurso protagonista. El sonido del intérprete es limpio y bello incluso en los pasajes más técnicos de la tercera sección del Concierto, y los tempi, siempre flexibles, no parecen escogidos al azar, pues favorecen la comprensión de la línea musical. 

La disposición de las obras seleccionadas en Essential Saint-Saëns genera una tensión constante entre ese mundo ordenado creado por el compositor y el dramatismo de ciertos pasajes, que sorprenden en este ambiente de ensoñación. La música, sin embargo, siempre vuelve a mostrar su cara más amable, a lo que sin duda contribuye el sonido conseguido por ADDA·Simfònica y por Damian Martínez, en perfecta sincronía. La personalidad de los instrumentos parece representar un mundo repleto de personajes vistos únicamente a través del relato de Saint-Saëns. El último de ellos, el cisne, se despide de manera elegante con una interpretación sencilla que no hace sino aumentar su valor. Así, nos encontramos ante un proyecto que despierta la imaginación y sitúa al oyente en un ambiente desconocido, accesible solo a través de la curiosidad.

Por Blanca Gutiérrez Lobato