Epistolario Manuel de Falla – María Lejárraga y Gregorio Martínez Sierra (1913-1943).
M.ª Luz González Peña y Juan Aguilera Sastre (eds.).
Editorial Universidad de Granada.
Granada, 2019.
334 páginas.
El género epistolar es un tipo de literatura de carácter documental que, además de los datos objetivos que proporciona, ofrece la posibilidad de conocer la personalidad de los protagonistas. En este caso, el singular compositor Manuel de Falla y la no menos singular María Lejárraga, esposa del empresario y también escritor Gregorio Martínez Sierra.
El libro, además de un estudio preliminar, contiene el epistolario entre Falla, María y Gregorio, textos periodísticos y los de las obras Villancicos, Pascua florida y Fuego fatuo. Hay que añadir 27 páginas de interesantes ilustraciones procedentes, como las cartas, de los archivos Manuel de Falla y María Lejárraga.
El estudio inicial ofrece unos apuntes biográficos y un acercamiento al significado de la correspondencia cruzada entre el matrimonio Martínez Sierra y el compositor gaditano. El epistolario contiene 164 documentos de distinto tipo, ordenados de manera cronológica, que nos permiten conocer la especial relación que establecieron María y Manuel; relación que trasciende los aspectos profesionales para ir acercándose, con el paso del tiempo, al más personal e íntimo. A través de esta correspondencia conocemos las inquietudes del compositor y los consejos de la escritora, que se afana en cuidar del maestro no solo en sus aspectos profesionales sino verdaderamente personales. Llega incluso a mostrar interés en encontrarle una ‘madame de Falla’, que fuera compañera del maestro.
El apartado textos periodísticos, contiene documentos relacionados con La vida breve,las pantomimas presentadas en el Teatro Eslava, y una entrevista con el compositor. Se incluye el texto de siete Villancicos,a uno de los cuales (Villancico de las madres que tienen a sus hijos en brazos) puso música Falla; también el del ciclo de canciones Pascua florida (a la que pertenece El pan de Ronda) y el de la ópera Fuego fatuo,que el gaditano compuso basándose en música de Chopin.
El libro está exhaustivamente documentado por las notas explicativas que lo acompañan y que completan la información de las propias cartas. Un gran trabajo analítico que aumenta el interés que, en sí mismo, ofrece esta correspondencia personal, intensa e íntima entre dos grandes personajes que además de compartir asuntos profesionales son verdaderos amigos.
Por José Prieto Marugán
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