Reseña | Entre 2 – Camille y Julie Berthollet

El presente registro se encuentra dedicado a la propuesta artística del dúo formado por las jóvenes hermanas Camille y Julie Berthollet. Su agrupación configura una combinación en diferentes disciplinas, siendo ambas violinistas y cantantes en sus propias versiones, interpretando de forma respectiva y alternadamente también el violonchelo en el caso de Camille y la viola en el caso de Julie, quien colabora en algunas orquestaciones. En este compendio se encuentran acompañadas en algunos temas por músicos y artistas invitados.

La selección musical se ha encontrado determinada por las propias intérpretes como parte de un repertorio con el que se sienten identificadas, en sus propias palabras, estableciendo un cruce de caminos entre la música clásica y la música moderna. El planteamiento se conforma mediante una serie de canciones francesas que comprenden estilos diferentes, con versiones orquestales, con fusiones estilísticas o con instrumentos clásicos.

Resulta imprescindible reseñar la calidad de ambas intérpretes en sus diferentes facetas, destacando el adecuado equilibrio conseguido entre los violines, la hermosa transparencia tímbrica mostrada en Ma préférence y el precioso colorido aportado al registro del violín por la viola en Face à la mer, en alternancia con una base de rap, o por el violonchelo en Qui a le droit, contrastando el carácter desenfadado de una idea creativa alternativa en la que también tiene cabida tanto lo intimista como lo sentimental.

Como conclusión, poniendo de manifiesto la relevancia de una iniciativa que conecta con la experiencia sensorial del público, haciéndole partícipe de una personalidad expresiva de conmovedoras emociones, resultan destacables las apuestas del contraste solista con la orquestación de La Chansòn d’Helene, con una preciosa melodía vocal de romántica dulzura, la visión de J’attendrai, con un ritmo de swing en claro homenaje a la popular versión del Quinteto del Hot Club de Francia, y la aportación de Que je t’aime, con una formidable comprensión desde un perfecto entendimiento entre el violín y el violonchelo.

Por: Abelardo Martín Ruiz