Nacen, en 2015, dos voces; emergen desde los jardines de la nueva música como brotes de un robusto árbol verde, fresco, de raíces fuertes y frutos exóticos. Un árbol que genera nuevos espacios donde respirar aire puro; nuevo y puro. Nace Diphonon Duo.
Así comienza este disco, respirando con Breathing Spaces, de Lewis Murphy, cuyo simbolismo es el hogar en el que descansamos, en el que respiramos para llenarnos de fuerza. Una pieza que, realmente, respira, y que nos aporta de manera certera lo mejor de este curioso dúo; el viento del acordeón y la tierra de la viola. Una pieza basada en respiraciones que apreciamos en la densidad de la textura del acordeón, que se llena y se vacía como dos pulmones, y sobre la cual se erige la voz, la tierra, de la viola. Una pieza preciosa que nos lleva a ese momento de descanso, al hogar, donde respiramos.
Koncert, de Martin Lohse, es un salto hacia la vivacidad del contrapunto y las disonancias de una armonía más compleja. Esta pieza en tres movimientos, arreglada para esta formación, es el resultado de la inspiración en el Barroco bañada de un collage textural y libertad armónica.
En un disco de música de nueva creación con acordeón no podía faltar el tango. Minimal Tango se enmarca en el homenaje a Piazzolla realizado por el Conservatorio Superior de Navarra en 2017. Un tango en A-B-A con una sección muy diatónica de melodía acompañada de apertura y cierre, bien contrastada con una sección lenta y contrapuntística.
En The Wave–Bright Well encontramos un lenguaje habitual en el repertorio contemporáneo para acordeón, con acordes muy abiertos en registro buscando las disonancias de semitono, y una viola superpuesta con melodías atonales que busca, en ocasiones, el efectismo.
En su búsqueda del eclecticismo, el dúo nos presenta una pieza ‘flamenca’ basada en la rondeña con aires de soleá. Un momento claro de explosión, donde la viola explora su sonoridad más primitiva, casi agresiva, que nos transporta a la música callejera que se abre paso entre el bullicio de la gente.
Un disco tremendamente recomendable para descubrir una sonoridad probablemente desconocida, como es la del dúo viola-acordeón, fantásticamente bien interpretado por Íñigo y Michael, a quienes agradecemos su lucha por llevar a todos los rincones la música de nueva creación.
Por Pablo de Diego
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