Reseña | Elisabetta de Gambarini. Complete Works for Keyboard

Sigue de moda enfatizar los géneros, cuando ahora más que nunca se mezclan y puntualizan, y cuando quizá aún seguimos a tiempo de aprender que lo importante es la persona, su calidad, su energía, su alma, su capacidad de generar y compartir. Felices estamos aquí de asomarnos con deleite, con mucho gusto, a un disco que realmente rezuma maravilla en la mejor perspectiva femenina (si eso existe): belleza y sensibilidad se unen a sutileza, lucidez, eficacia, en el lenguaje, en el sonido, en la forma de recrear un texto ingenioso, escrito por la precoz londinense Elisabetta De Gambarini que, con solo 34 años de vida, y solo escuchando estas 25 pistas de sus opus 1 y 2 (escritos cuando rondaba los 17) bien nos parece que merece pasar a la historia por su talento, por su inspirado genio, que se une al de la intérprete, Margherita Torretta, italiana residente en Londres, sobre un bien preparado Steinway Model D Concert Grand Piano, grabado en el Conservatorio di Musica Giuseppe Nicolini de Piacenza.

La música sin ínfulas, sin pretenciosidad, fluye desde una esencial sencillez afín a la época que vivió la autora (St Marylebone, 7 de septiembre de 1730-Londres, 9 de febrero de 1765), contemporánea a los grandes barrocos como Bach, Haendel, Vivaldi o Scarlatti, y mucho más próxima al espíritu de los italianos y una cantabilidad que predomina, acompañada, sobre cualquier intención contrapuntística. Música agradable y fácil de escuchar que no es nada fácil interpretar con la calidad, precisión y buen gusto que desprende Margherita Torretta. Súper precisa en la articulación de su rica ornamentación. Fiel hasta lo súper correcto en el pulso, en la flexibilidad y ductilidad del fraseo. Sensible y con un sorprendente reflejo de sonido afín a lo que sería un instrumento de la época, sin en absoluto serlo. Cierta magia que hechiza con finos y brillantes hilos de oro que nos amarran a la escucha hasta que termina de decir su precioso mensaje, incluso en lo predecible. Un disco a comprar para nuestra fonoteca. No os lo perdáis.

Por Antonio Soria