Reseña | Eleven Angels. Contemporary Guitar

Eleven Angels, que ha sacado este mismo año al mercado la casa discográfica NÎBIUS, es una interesantísima propuesta que nos invita a escuchar la música para guitarra del compositor cubano-español Eduardo Morales-Caso. En un doble disco, nos encontramos con una colección de once piezas interpretadas por once guitarristas, todos ellos estupendos músicos. Desde su primera composición para guitarra en 1999, El jardín de Lindaraja, hasta la más reciente Zaida’s Lament (2023), podemos apreciar la riqueza del lenguaje musical de Morales-Caso. Un lenguaje muy personal, donde, en palabras del propio autor, el lirismo (que para el que esto escribe es de una enorme belleza) y el contraste son los protagonistas. Deseo resaltar The fragile loch (2015), interpretada con gran sensibilidad por Luis Malca e Il sogno delle streghe (2001), suite en la que María Esther Guzmán consigue crear una atmósfera misteriosa en la que se combinan una técnica exigente y un desarrollo melódico muy expresivo. El jardín de Lindaraja (1999) se inspira en los jardines de La Alhambra y obtuvo en el año 2001 el Concurso de Composición Andrés Segovia. La guitarrista cubana Iliana Matos nos deleita con su elegante virtuosismo y delicadeza, aprovechando al máximo todos los recursos técnicos que exige la partitura. El segundo disco se cierra con Diabolical rumours (2003) a cargo de Adam Levin, en la que observamos una gran energía que nunca quita protagonismo a la expresividad, y en la que se crean constantemente momentos de tensión. Los motivos recurrentes aportan una enorme coherencia interna a la pieza.

Sin duda, Eleven Angels se convierte en una experiencia sonora que transforma la manera en que escuchamos la guitarra. Cada obra nos transporta a una experiencia emocional diferente, gracias a unos intérpretes de primer nivel que captan a la perfección la esencia de la música de Morales-Caso. Si buscas un disco que te sorprenda por su creatividad, te envuelva con su belleza y te haga redescubrir el mundo de la guitarra, este es el disco que no puede faltar en tu colección.

Por Francisco J. Balsera