Reseña | El violonchelo en Andalucía

Si no la única, una de las muy pocas entidades independientes que programan en España música de calidad de forma estable, la Fundación Juan March, acoge esta grabación realizada en directo por su Canal March con edición de Alfredo Sáez López. El riesgo de un registro en vivo incluye la ventaja de presentar, juntos a toses, murmullos y sonidos de fondo, la inmediatez de la intención interpretativa, con sus virtudes y deslices (que, bien mirados, no dejan de ser cualidades humanas y por lo tanto de agradecer versus una supuesta ‘perfecta/gélida’ ‘perfección’ oriental). Para orientarnos ante la actuación fijada, tanto título como intérpretes son fundamentales para su comprensión y aprecio. Dos jóvenes intérpretes de 28 y 32 años, de origen andaluz (el violonchelista Javier López Escalona) y argentino (el pianista Elio Coria), interpretan, no encontramos la fecha de actuación, un proyecto que presentan como Premiado con el Fördespreis 2020 de la Universidad de las Artes de Zürich: investigación del Patrimonio musical de Andalucía: El violonchelo en Andalucía.

Se trata de un atractivo programa donde todos los compositores que están son de origen andaluz, aunque obviamente no estén todos los que sean (hay que acotar siempre en un trabajo de investigación), por orden de aparición en el disco: Manuel de Falla (Cádiz, 1876), Germán Álvarez Beigbeder (Jerez de la Frontera, 1882), Joaquín Turina (Sevilla, 1882), Gerónimo Giménez (Sevilla, 1854), Manuel Castillo (Sevillla, 1930) y Francisco Alonso (Granada, 1887). Programa que incluye un estreno en tiempos modernos (el bonito nocturno-barcarola del maestro Alonso que cierra el disco), junto a otras joyas recuperadas hace ya un tiempo (que pasa demasiado rápido), como el Jueves Santo a medianoche y la Romanza del quiero y no puedo (grabadas en disco como primicia mundial por Marçal Cervera y un servidor a finales del siglo pasado con motivo de la Integral pianística de Joaquín Turina en el cincuentenario de su muerte), y la más alejada de la sensualidad tonal, e interesante sonata de Castillo. Un repertorio variado y fácil de escuchar, que Javier y Elio interpretan con esmero, entrega y buen gusto.

Por Antonio Soria