Reseña | El sentir de mi sentido. Música y poesía amorosa del Siglo de Oro

El conjunto español Qvinta Essençia nos embarca en un viaje a la España dorada del siglo XVI, un nuevo capítulo de reivindicación de nuestro patrimonio musical –y lírico– que, tras un trabajo de varios años, ahora ve la luz en un fantástico álbum, que supone el segundo de su discografía. El regreso del cuarteto es un síntoma de buena salud de una formación joven que se ha mantenido en activo estos años acudiendo a multitud de festivales con un repertorio fundamentalmente madrigalista, un género no apto para eventos de grandes multitudes, y que cuaja mejor ante públicos más íntimos. El grupo ha participado recientemente en la banda sonora de la película Teresa (2023), de Paula Ortiz.

El disco recorre la producción de compositores españoles renacentistas como Cristóbal de Morales, Ginés de Morata, Antonio Cebrián, entre otros, representativos de ese Siglo de Oro que colocó a la península en la cima de la sofisticación artística, en artes, escritura, y especialmente, en música. El álbum, con gran interés en el Cancionero de Medinaceli, apunta hacia el madrigal español, normalmente opacado por el motete y otras composiciones polifónicas religiosas, fácilmente asociables a grandes figuras de aquel tiempo, como Tomás Luis de Victoria, Cristóbal de Morales o Francisco Guerrero.

Una selección bien escogida garantiza el disfrute del aventurado oyente que quiera adentrarse en la España de 1500, avalada por la fidelidad y la calidad de unos vocalistas de gran talla, que se recrean cómodamente en los registros de estos dieciséis madrigales a cuatro partes. La homogeneidad del conjunto, la afinación, y especialmente la inteligibilidad del texto, ponen de manifiesto el gran trabajo que edifica este impecable disco. Qvinta Essençia homenajea el espíritu del madrigal con mucho rigor, verosimilitud y sobre todo talento, el cual no es otro que el de cantar el texto no como cuatro, cinco, o seis voces individuales, sino el de hacerlo desde la diversificación de una única voz, la del compositor. Ojos que ya no veis o Lágrimas de mi consuelo son algunas joyas recomendables de este disco cargado de historia, romances, y retórica musical, que llevarán al oyente lejos de nuestra ruidosa centuria.

Por Carlos García Reche