Reseña | El eco de lo que ya no existe

La música es un fenómeno efímero y fugaz. Quizá a esta naturaleza respondan los ensayos que conforman este volumen. ¿Son las músicas pasadas como las imaginamos?

El primer ensayo (‘El eco de lo que no existe’) plantea el silencio después de la última nota y señala obras de Schulhoff, Klein, Cage y Ligeti, en las que el silencio final es elemento musical. El segundo trabajo (‘Ceniza a las cenizas’) se centra en la música profana y religiosa de la Edad Media, aunque los documentos probatorios hayan sucumbido al fuego. El tercer apartado (‘Cantar lo que cantar no quiero’) se dedica al amor cortés, su origen y desarrollo. El capítulo cuarto (‘A imagen y semejanza’) estudia la guitarra a través de dos obras del guitarrista y compositor mexicano Manuel M. Ponce. ‘El eco de la caja de los sueños’ es el título del quinto análisis; señala que el arte total no es la suma de disciplinas sino la reconciliación de palabra y música; estudia la ópera y el cine como punto de encuentro entre las gentes. El penúltimo apartado (‘Las maravillas del ocaso’) diserta sobre la música en la América hispana, la policoralidad, la música en la Catedral de Puebla (México) y algunas obras hoy perdidas. El último estudio está dedicado a Johann Sebastian Bach y el eco, y aporta un análisis de las Variaciones Goldberg según la visión del pianista canadiense Glenn Gould.

Libro erudito, complejo, filosófico, con visiones sociológicas apoyadas en el hecho musical. Se podrá estar de acuerdo, o no, con estas reflexiones, pero siempre es bueno conocer puntos de vista ajenos de los que podemos sacar alguna enseñanza.

Por José Prieto Marugán