Reseña | El compositor asturiano Ramón Garay (1761-1823)

Como tantos músicos del XVIII español, la figura y la obra del asturiano Ramón Garay (1761-1823) es poco menos que desconocida. Este amplísimo trabajo del musicólogo burgalés Paulino Capdepón es ya imprescindible para conocer al compositor y maestro de capilla de la catedral jienense durante 36 años.

Tras el resumen político y musical de la época, incluyendo el cambio de dinastía en España y sus consecuencias, sigue un detallado estudio de la organización y funciones de la capilla de la Catedral de Jaén. Se desarrolla luego la biografía de Ramón Garay, desde su nacimiento en Avilés en 1761, formación inicial con su padre organista de Covadonga, una breve estancia en Madrid, en 1786, como organista de la Encarnación y alumno de José Lidón y, desde 1727, maestro de capilla de la Catedral de la ciudad andaluza hasta su muerte. Luego se incluye su amplísimo catálogo, tanto religioso como profano (de menor cantidad, pero no exento de interés).

El estudio de la obra fundamentalmente religiosa (villancicos, pastorelas, el Oratorio al Santísimo) ocupa el capítulo cuarto. Una producción de casi 300 partituras en latín y castellano conservadas en la Catedral de Jaén, una ópera inédita con el curioso título de Compendio sucinto de la revolución española y una decena de Sinfonías (editadas por Pedro Jiménez Cavallé y grabadas por José Luis Temes al frente de la Orquesta de Córdoba, para Verso).

El segundo volumen contiene las partituras de 60 obras vocales (villancicos para Navidad, el Santísimo y la Virgen, pastorelas…) que, de esta manera, resultan interpretables; alguna debería ser grabada. No falta en este atractivo y recomendable trabajo, el catálogo completo y una amplísima bibliografía.

La edición es muy cuidada, con numerosa documentación e ilustraciones incluso en color.

Por José Prieto Marugán