Reseña | El cant de la Sibil·la

Siguiendo los pasos de su madre, la gran Montserrat Figueras, Arianna Savall se aproxima al Cant de la Sibil·la de Barcelona y Girona y también a la peculiar Draumkvedet, conocida como el ‘poema del sueño’, una obra de la mitología noruega a la cual le ha puesto música Petter Udland Johansen, integrante del grupo Hirundo Maris (los intérpretes de la grabación y también director del conjunto vocal. El resultado global del disco es fantástico porque nos traslada a la época medieval, no solo por los textos y la dicción de la voz, con muy buen control del vibrato, siguiendo los denominados criterios históricos interpretativos, sino también por los instrumentos medievales empleados, con su sonoridad tan particular.

La combinación de instrumentos de cuerda y viento, junto a la percusión, en función de la pieza interpretada, nos da una rica variedad de colores que nos permite conocer el bello timbre y articulación de cada uno de esos instrumentos que se fusionan perfectamente con las voces. La inclusión de algunas piezas instrumentales refuerza aún más esa idea de degustar esas antiguas sonoridades cálidas y resonantes. Muy acertada la presentación de algunas pequeñas piezas de Bartomeu Cárceres, Alonso, anónimas y dos fragmentos del Llibre Vermell de Montserrat (siglo XIV) que ayudan a complementar los cantos de la Sibila de Barcelona y Girona. Conviene hacer mención a la musicóloga Maricarmen Gómez Muntané, que ha escrito parte del librillo del disco y ha ayudado a los intérpretes a entender mejor las fuentes musicológicas e interpretativas de esos cantos (recordar que esta musicóloga es toda una autoridad en el Llibre Vermell de Montserrat, autora de un libro dedicado a él).

La interpretación del conjunto Hirundo Maris es uniforme a lo largo del disco y con gran musicalidad de todos los intérpretes. Las composiciones de Johansen son muy respetuosas con el estilo de la época y su Draumkvedet no desentona con las otras obras, a pesar de tratarse de música escrita en el siglo XXI. Esperemos que Hirundo Maris nos siga deleitando con repertorio tan interesante y poco conocido como este.

Por Àngel Villagrasa Pérez