Eduardo Grau. Concertos for Soloists and String Orchestra
Anima Musicae Chamber Orchestra
Francisco Varela, dirección
Naxos 8.579107
★★★★
La segunda mitad del siglo XX ha perpetuado el lenguaje que se cultivaba en sus albores. De hecho, ese ambiente brumoso en que la música toma nuevos rumbos ha fascinado a los compositores. Eduardo Grau es un ejemplo en este disco que agrupa como primicia cuatro obras suyas. Nacido en Barcelona en 1919, Grau emigra con su familia a Argentina, donde recibirá una completa formación musical junto a los maestros Pahissa y Leuchter. Falla residía en la provincia de Córdoba y, al ver las composiciones de Grau, le dio consejos fructíferos. Hacia 1948 se establece en Mendoza, de cuya escuela superior fuera profesor titular y director. Murió en 2006. Escribió más de doscientas obras que se custodian en el Instituto de Investigación Musicológica Carlos Vega de la Universidad Católica de Argentina.
El concierto de Yuste predispone a la religiosidad con sus movimientos Cántico, Salmo e Himno, música inspirada donde los temas tejen sonoridades deliciosas; Grau se sirve también de melodías pegadizas y atrayentes (tutti del primer movimiento) y hábiles modulaciones (desarrollo del tercero). La flor de Gnido tiene como fuente literaria a Garcilaso y la paleta sonora es admirable: a los idílicos dúos de flauta y violín se añade texturas de la cuerda en un ir y venir de efectos ¡que hay que escucharlos para creerlos! Modestos y experimentales son el Concertino para viola y piano y el Concierto para clarinete. Para el de viola toma pasajes del Concierto de Yuste y sabe crear episodios recurrentes que acaban resolviendo de forma magistral. El de clarinete contiene la proeza de pasar por las veinticuatro tonalidades y emplea ritmos tradicionales argentinos para el Allegro scherzando. Estupenda versión de estos intérpretes. Valderrama reúne todas las cualidades en su violín: perfección técnica, expresividad y una intuición que gana en los silencios de las cadencias. La flauta de Jarkovska con su fiato describe un lirismo enriquecido junto a otros solistas y la orquesta. Austero el violista Fons, ideal para su concierto, de aire metafísico. El clarinete de Reitmaier abunda de pasajes a solo para mostrar lo mejor de sí. El piano de Banegas se engarza muy bien con el conjunto. El director extrae una musicalidad que realza cada partitura.
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