Dvorak ha pasado a la historia como un compositor nacionalista checo bien conocido por sus sinfonías. Lo cierto es que esta atribución es inadecuada e injusta, puesto que, aunque originario de la zona de Bohemia, Dvorak sintió una fuerte atracción por la música folklórica de otras regiones ajenas a él, como la alemana o la morava, siendo un prolífico creador de óperas y canciones. Este álbum se centra en su producción de canciones, inspiradas en distintas tradiciones. La primera sección, dedicada a los lieder opus 82, aunque compuestos en lengua checa, podemos ver la influencia del lied alemán.
El siguiente bloque consiste en las, quizá, más aclamadas canciones del compositor, su opus 55 Zigeunermelodien (Melodías gitanas). Se muestra un claro influjo del folklore bohemio. Cabe destacar Canciones que me enseñó mi madre, con un exquisito dominio de la línea melódica que le sitúa a la cabeza de la producción liederística. La mezzosoprano Marta Infante logra transmitirnos la delicadeza de esta obra, así como el carácter vivo y contrastado de la siguiente canción, Afina las cuerdas, gitano. Estas canciones fueron compuestas originalmente en alemán y aquí podemos disfrutar de la versión chaca, menos conocida.
Pero es en las Canciones en tono popular, las cuales conforman la tercera sección, donde seguramente más cerca se muestra Dvorak de la música de los salones centroeuropeos. Tanto Marta Infante como el pianista Jorge Robaina han vivido largos períodos de su vida en la República Checa y en Austria, respectivamente, coincidiendo con años importantes en su formación musical. Es por ello que la música de compositores como Mahler, Schubert o Schumann, ha permeado de manera significativa en su forma de sentir, y no solo eso, sino también los largos inviernos, la explosión de cada primavera, los ríos, que tantas veces aparecen mencionados en estas canciones.
Este álbum no se trata de una simple interpretación musical, sino que trasciende a una experiencia humana, tanto de vivencias como profesional, en la que los dos intérpretes plasman una andadura musical de varios años.
Por: Enrique Pastor Morales
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