Reseña | Dussaut & Covatti. Mélodies

Robert Dussaut (1896-1969) y su esposa Hélène Covatti (1910-2005) fueron dos compositores franceses cuyas obras cayeron en el más absoluto de los olvidos. El pianista y director de orquesta vasco Iñaki Encina Oyón ha recuperado la integral de canciones de ambos compositores: catorce de Robert Dussaut y ocho de Hélène Covatti, también autora de los textos de tres (‘Hymne crétois‘, ‘Berceuse‘ y ‘L’audacieuse sérénade‘) y las cinco restantes con textos de importantes escritores franceses: ‘Le bouquet d’Ophélie‘ de Alfred de Musset, ‘Marine‘ de René François Sully Prudhomme (primer Premio Nobel de Literatura), ‘Les roses de Saâdi‘ de Marcelline Desbordes-Valmore, ‘En expirant, j’entraînaire l’univers‘ de Anna de Noailles y ‘Je t’ai dit oui‘ de Marguerite Burnat-Provins. Robert Dussaut es el autor del texto de ‘Chant de joie‘. El resto de sus canciones son de escritores franceses: ‘Je dédie à tes pleurs‘ de Émile Verhaeren, ‘La nymphe de la source‘ de Henri de Régnier, ‘Adieu‘ de Alfred de Musset, ‘L’Oracle‘ y ‘Adieux à l’étranger‘ ambas de Jean Maddus, ‘Chance‘ de Paul Géraldy, ‘Quand le coeur s’éveille‘ e ‘Hymne à la lumière‘, con textos respectivamente de los Premios Nobel, François Mauriac y Anatole France, y ‘Les deux ménétriers‘ de Jean Richepin. Las canciones de Dussaut se completan con ‘Amor che vedi‘ (Soneto de Petrarca), el ‘Pater noster‘ y dos vocalises: ‘Élégie‘ y ‘Printemps‘.

La intérprete es la joven cantante guatemalteca Adriana González (Primer Premio Operalia 2019). Se trata de una soprano lírica de voz aterciopelada y muy bello timbre, con igualdad de color en todos los registros, destacando su ancho centro y poderoso registro agudo; domina las medias voces y el canto legato con un matizado fraseo y gran capacidad para apianar la voz y ofrecer bellos efectos de sfumature. Magníficas todas sus intervenciones. Destacar su ejecución de las dos vocalises, donde muestra un gran dominio del canto melismático. También su interpretación de la canción ‘Les deux ménétriers‘, siguiendo el trepidante ritmo del piano a cuatro manos de Iñaki Encina y Thibaud Epp, en su única intervención. Excelentes interpretaciones del pianista Iñaki Encina, muy bien conjuntado con Adriana González.

Por Diego Manuel García