Reseña | Dieterich Buxtehude. Membra Jesu Nostri

Quizá la obra Membra Jesu Nostri de Buxtehude es una de las más interpretadas y grabadas del compositor alemán. La música de órgano de Johann Sebastian Bach no sería la que es si no hubiera recibido la influencia de su querido y admirado Dietrich Buxtehude. Por si fuera poco, el propio Bach se hizo una caminata de 400 kilómetros para escuchar a su admirado compositor. Y, de haber aceptado la mano de su hija (de escaso éxito amoroso), Bach se hubiera convertido en su sucesor. El Conductus Ensemble, bajo la dirección de Andoni Sierra, nos ofrece una lectura muy interesante de esta obra de Buxtehude. El conjunto instrumental, formado solamente por siete músicos, nos ofrece una textura nítida y transparente, empleando solo un instrumento por parte y haciendo uso, por supuesto, de instrumentos de época. El archilaúd y órgano positivo se fusionan en un todo unitario, integrándose el órgano con el violonchelo y contrabajo y dando el archilaúd dirección a los acordes, con muy buena realización del bajo continuo por parte de ámbitos instrumentistas. Excelente intervención de La Chimera Ensemble (conjunto de violas da gamba) en la secuencia «Ad cor», donde es necesario el empleo de esos instrumentos, sonando con gran musicalidad y de una manera muy empastada entre ellos. El coro (Conductus Ensemble), formado por quince cantantes, suena bien equilibrado y afinado. El hecho de usar tres cantantes por voz ayuda mucho a la afinación, pues por cuestiones de pura física, emplear menos de tres voces por parte dificultaría enormemente la afinación. El grupo de solistas vocales cantan a la vez las partes corales, un esfuerzo por su parte, pero también una práctica usual en la época. 

La presentación del disco es buena, con un librillo muy interesante en lo que a información se refiere y con una muy buena toma de sonido. Siempre es interesante escuchar versiones alternativas y de gran nivel, capaces de competir con otras muy apreciadas versiones. La dirección de Andoni Sierra es atenta y precisa y eso se nota en la elegancia de respuesta de cantantes e instrumentistas.

Por Àngel Villagrasa Pérez