Die Romantische Seele
Judith Jáuregui, piano
Orquestra Simfònica Camera Musicae
Tomàs Grau, director
Ars Produktion ARS 38 300
Tras su anterior álbum homenaje a Claude Debussy en Ars Produktion, la pianista Judith Jáuregui vuelve ahora su mirada al Romanticismo con el presente álbum dedicado al matrimonio Schumann que lleva el sugestivo y revelador título de El alma romántica. A lo largo de su cada vez más fulgurante carrera, la intérprete donostiarra ha demostrado una sobresaliente adecuación a una gran variedad de repertorios, y este nuevo registro en la discográfica alemana (que se beneficia de una excelente calidad de sonido en Super Audio CD) viene a constatar que nos hallamos ante una pianista plenamente madura que no solo convence técnicamente con cada uno de sus acercamientos interpretativos, sino que es capaz de alcanzar la emoción y la intensidad expresiva en obras donde el sentimiento palpita a flor de piel.
De entrada tenemos ese caballo de batalla romántico que es el Concierto para piano en la menoropus 54de Robert Schumann, al que Jáuregui se enfrenta tanto con la entereza y el aplomo como con el intimismo y la introspección que podríamos imaginarnos en la propia esposa del compositor. No hay nota que se pierda en el límpido discurso de la pianista vasca, pues su impecable e inmaculada digitación se mueve con soltura y elocuencia por los derroteros de la más excelsa poesía sonora en el primer movimiento (con un asombroso abordaje técnico de la comprometida cadencia) como por los intrincados senderos del virtuosismo más estricto en el tercero. Tomàs Grau imprime a la Orquestra Simfònica Camera Musicae un tempo siempre equilibrado y plegado al piano, además de una sonoridad camerística en la que destaca la tersura de la cuerda y la calidez del clarinete.
El resto del disco nos deja exquisitas lecturas en solitario de deliciosas piezas donde Clara Schumann o bien dejó su sello compositivo (caso de las siete Variaciones sobre un tema de Robert Schumann) o su música inspira la creación de su marido (Quasi Variazioni, proyectadas para su Sonata núm. 3), así como la juguetona Arabeskeopus 18 de Robert con la que Judith Jáuregui cierra un nuevo trabajo que podemos calificar de redondo.
Por Germán García Tomás
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