
Filosofía, historia, biografías y curiosidades o anécdotas son conceptos que se aúnan en este atractivo volumen sobre música y pintura. A lo largo de 52 pequeños capítulos y unas 300 páginas, el autor nos lleva por la historia de la música, el arte y el pensamiento, desde la Edad Media hasta nuestros días. A estos estudios analíticos, se une un interesantísimo ‘Museo del oído’: 40 páginas en color de cuadros, fundamentalmente italianos y flamencos, en los que aparecen instrumentos e instrumentistas, más o menos bien reproducidos por los pintores, y que constituye un paseo visual por la pintura musical de más de seis siglos.
El libro es un gran ensayo, en extensión y profundidad, de la música de varias épocas históricas (Renacimiento, Barroco…). Cada uno de sus apartados nos enseña a mirar un cuadro desde la idea, desde el pensamiento, desde nuestro interior, buscando lo más íntimo, lo más recóndito de lo retratado. Una forma, podríamos de decir, de ‘mirar más allá’ de la propia imagen. Son reflexiones a partir de la contemplación detallada, casi con la precisión de un cirujano, de pinturas musicales. No falta la descripción de las actitudes y funciones de los músicos de los cuadros.
A estas reflexiones se unen datos biográficos de los principales autores, descripción de los propios instrumentos retratados, especialmente los de la antigüedad.
La redacción requiere nuestra atención porque en algunos momentos contiene pinceladas poéticas e imaginativas que nos obligan a detenernos para comprenderlas, aunque luego podamos estar conformes con ellas o discrepar.
Un libro muy atractivo, sin duda, tanto por su planteamiento como por su desarrollo. El único ‘pero’ es que las reproducciones no sean un poquito más grandes para apreciar los detalles que destaca el autor.
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