Cuadernos secretos.
Songs by Jesús Legido
Raquel Lojendio, soprano
Irene Alfageme, piano
Eudora EUD-SACD-2304
Melómano de Oro
Coincidiendo con el ochenta aniversario del compositor Jesús Legido, se ha editado esta grabación que contiene veinticuatro de sus canciones, agrupadas en tres bloques.
‘VIDA’ está formado por dos grupos. El primero, denominado Violetas mojadas, tiene diez canciones con texto de Francisco Javier García Abril: ‘Paseo de faro’, ‘En el pinar de los regatos verdes’, ‘Resplandor de Castilla otoñal’, ‘Invierno limpio, con río y serenos’, ‘Reverdecer’, ‘Lluvia de abril’, ‘Los andenes de mis sueños’, ‘La tarde se enfría’, ‘Atardecer en tus ojos’ y ‘Pulso de siesta en estío’. El segundo grupo lleva por título Romances del bajo Duero, y consta de seis canciones con textos del Cancionero de folklore musical zamorano: ‘Ay luna, luna’, ‘Al pasar la barca’, ‘Ramo verde’, ‘Debajo del puente’, ‘Viva el humor’ y ‘Sayaguesas’.
El segundo bloque se titula ‘MUERTE’ y consta de una sola canción, ‘Oración en silencio’, con texto de José Luís Hidalgo.
El tercer bloque, ‘AMOR’, está formado por dos grupos. Tríptico lorquiano contiene tres canciones sobre poemas de Federico García Lorca: ‘Canción otoñal’, ‘Gacela del amor’ y ‘Alba’. El grupo llamado Soledades está formado por cuatro canciones sobre poemas de Antonio Machado: ‘Anoche cuando dormía’, ‘Es una tarde cenicienta y mustia’, ‘La primavera besaba’ y ‘Soñé que tú me llevabas’.
Este atractivo conjunto de canciones es interpretado por la soprano Raquel Lojendio. Posee una voz lírica de bello timbre, con una diáfana y cristalina emisión, plena de musicalidad, junto a un magnífico y variado fraseo que le permite matizar al máximo todos los textos, dando gran relevancia a cada palabra. Destaca su capacidad para recitar cantando y emitir notas en pianísimo que se diluyen con bellos efectos de sfumatura. Dentro del muy alto nivel ofrecido por la cantante en sus intervenciones, cabe destacar sus interpretaciones de las cuatro canciones sobre poemas de Machado, sobre todo el precioso rondó ‘Anoche cuando dormía’, con variaciones en cada repetición; y ‘En una tarde cenicienta y mustia’, con dos estrofas cantadas y cuatro recitadas con buen estilo.
Resaltar la magnífica labor de la pianista Irene Alfageme, como acompañante y también adquiriendo auténtico protagonismo en muchas de las canciones.
Por Diego Manuel García
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