Cristal apacible. Cantadas y tonadas de Durón, Literes y Torres
Manon Chauvin, soprano
Juan Carlos de Mulder, guitarra barroca
Camerata Antonio Soler
Gustavo Sánchez, dirección
Templante CMBK 2458
★★★★
La Camerata Antonio Soler, siempre tan interesada en la recuperación de patrimonio musical español, nos presenta en esta grabación cantatas de Durón, Literes y Torres, tres de los grandes compositores del Barroco español. En esta ocasión, la formación musical es bastante reducida, en lo que al bajo continuo se refiere, empleando cinco violines, violonchelo y guitarra barroca, además de la voz solista. Es poco habitual que no esté presente ningún instrumento de teclado como el clavicémbalo o el órgano para enriquecer el bajo continuo, pero esta ausencia da más valor al sonido de la guitarra barroca y al violonchelo, tratándose de una agrupación del todo camerística. El repertorio grabado es muy interesante, con cinco primeras grabaciones mundiales del total de siete grabadas.
El timbre de la soprano Manon Chauvin es equilibrado y sin estridencias, interpretando sus partes con total corrección al estilo de la época y buen equilibrio vocal. La dirección de Gustavo Sánchez es atenta, con buena elección de tempi y con la búsqueda de un sonido en función de los textos de las obras, sin demasiados artificios innecesarios. Escuchando esta música nos damos cuenta que el repertorio barroco hispánico es de una calidad extraordinaria y, cada vez más, van saliendo a la luz obras de estos grandes compositores como son Antonio de Literes, Sebastián Durón y José de Torres, con una propina del desconocido Juan de Serquería.
El librillo del disco está bien documentado, con los textos completos de las obras, cosa que le permite al oyente ir siguiendo el texto. Como siempre, el amor es el tema estrella de este tipo de composiciones, en donde la voz tiene que expresar los diferentes afectos del texto y de la partitura, cosa que la soprano hace de manera inteligente. Los cinco violines de la orquesta suenan bien cohesionados, con un sonido unitario y bien empastado. Curiosamente, estas piezas no incorporan parte de viola, rasgo típico de las cantatas de cámara.
Esperemos que la Camerata Antonio Soler nos siga regalando más cristales apacibles como este y así ir ampliando nuestro conocimiento sobre el extraordinario repertorio barroco hispánico.
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