¿Cuánta música para celesta recordamos? La Danza del Hada de Azúcar, del Cascanueces de Chaikovski, tiene como indudable protagonista una celesta. En el Aquarium del Carnaval de los Animales de Saint-Saëns… Aquí no; parece que escuchamos una celesta, o una celesta acompañando un piano, pero en realidad son dos pianos. En la banda sonora de Harry Potter, aquí sí, encontramos de nuevo una celesta. El leitmotiv de la lechuza Hedwig es encomendado por Williams al ‘sonido celestial’, asociado, desde su origen, a entornos fantásticos y misteriosos. ¿Algo más? Sin embargo, los ejemplos musicales notables abundan. Chausson incluye una celesta en la música incidental para La tempestad de Shakespeare, de 1888 (el instrumento había sido patentado en París por Auguste Mustel dos años antes); Mahler, en su Sexta sinfonía; Ravel, en Un barco sobre el océano y en Mi madre la oca; Holst, en Neptunoel místico, de Los planetas; Strauss y Respighi hacen fluir una celesta como cristalino elemento en la Sinfonía alpina y Las fuentes de Roma; Stravinski precisa de una en la versión original de Elpájaro de fuego y en los Cánticos de réquiem; Bartók, como el título indica, en la Música para cuerda, percusión y celesta. Falla, Prokófiev, Boulanger (Lili), Gershwin, Korngold, Copland, Shostakóvich, Messiaen y una extensa nómina de compositores, escribieron siempre para celesta como instrumento orquestal. Todos olvidaron —y continúan olvidándose hoy—, escribir para celesta como solista.
Para enmendar ese descuido, Celia García-García propone Celestial Blue, un álbum —el primero: no existe otro íntegro para celesta— del que es productora y arreglista, además de inmejorable intérprete, y que nace con el propósito de despertar en los artistas contemporáneos interés por el instrumento. Para quieres no somos tal, convencida del poder sedante y terapéutico del sonido, la pianista burgalesa ofrece transportarnos a mundos de grata melancolía con obras citadas, y otras de Debussy (Claro de luna, Primera arabesca, Preludios del Libro I), Satie (Gnossiennes1, 3); de españoles como Granados (Oriental) y Guridi (Nostalgia)… Trece ensueños en total.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
Deja una respuesta