Reseña | Cayetano Brunetti. Complete Oboe Sextets

Nueva y meritoria contribución a la empresa de recuperación y difusión de la obra de Gaetano Brunetti, profesor de violín del príncipe de Asturias, futuro Carlos IV, a partir de 1770 y, luego de la coronación este en 1788, profesor asimismo de los infantes de España, músico y director de facto de la Real Cámara hasta su muerte en 1798.

Compuestos para el virtuoso florentino Gaspar Barli, primero flauta y, desde 1790, oboe de la Real Capilla (Boccherini alabó la dulzura extraordinaria con que extraía los más extraños sonidos agudos del instrumento), los seis Sestetti a due violini, oboe, due viola e violoncello L273-278 provienen de una única fuente, copiada a comienzos del siglo XIX y custodiada en la actualidad en el Fondo Borbone de la Biblioteca Palatina de Parma. La influencia del propio Boccherini como de Haydn, cuya producción camerística (cuartetos de cuerdas en especial), bastante conocida en la España de la época, deja sutil impronta en estos sestetti de tímbrica seductora y contagioso entusiasmo en los que Brunetti, fino melodista académico, tampoco renuncia a incorporaciones temáticas de gusto popular (majistas), como queda de manifiesto en el desarrollo del Allegro moderato del Sestetto en Fa mayor L274 o el Allegro moderato y Finale, Allegretto del Sestetto en Si bemol mayor L276.

En este, su primer trabajo discográfico, Robert Silla toca y dirige a Il Maniatico Ensemble, conjunto creado ad hoc para los sestetti, pero concebido por el oboe principal de la Orquesta Nacional de España como marca adaptable a multitud de proyectos, también sinfónicos llegado el caso, tanto de música antigua como contemporánea. En la presente ocasión conforma Il Maniatico un espléndido quinteto de cuerdas con dos violas, que aportan un mayor rango de tersura y gravidez al equilibrio tímbrico general. A Silla, que no renuncia a tocar su Marigaux 901, se le advierte el placer inmenso de zambullirse en esta música. Acomete los pasajes de figuraciones rápidas guiado por un ímpetu mirífico. Claridad y precisión extremas se dan por descontado. Su sonido es amable, matizado, sumamente expresivo… grandioso. Álbum imprescindible.

Por Alejandro Santini Dupeyrón