El especialista en arpa antigua Manuel Vilas se embarca en una travesía hacia el Perú de la época de los conquistadores con su disco Castilla del Oro, fechado en septiembre de 2020, en referencia a la gobernación que se estableció en el norte de América del Sur durante aquel legendario siglo XVI. Los tripulantes de Ars Atlántica acompañan nuevamente al arpista que, a través de estudios y transcripciones, propone ‘un acercamiento al mundo poético y musical’ que impregnaba los aires de aquellas desconocidas tierras bajo las miradas de aquellos aventurados viajeros españoles. El foco de este trabajo es la aproximación fidedigna de un contorno cultural que se exportó voluntaria o involuntariamente al viajar con aquellos exploradores y hombres de armas del llamado Nuevo Mundo.
La propuesta de Vilas es una recreación sonora y temáticamente coherente con el contexto histórico y geográfico de un tiempo en que la música tenía una función mucho más social que artística, donde nobles y plebeyos relataban los acontecimientos de la época a través de la tradición oral y musical, a menudo influenciada por tendencias extranjeras. A través de géneros como el romance, el noticiero, el instrumental, la folía, o incluso el ambiental, Vilas retrata los paisajes castellano y peruano, con fuentes históricas e instrumentos prehispánicos inusuales como la vasija silbadora, recogiendo obras de españoles como Rodrigo de Reinosa (ca. 1450-ca. 1530), Venegas de Henestrosa (ca. 1510-1570) o el italiano M. Gulielmus (ca. 1420-ca. 1484), entre otros anónimos. También salpican la lista obras del famoso Cancionero de Placio y el Cancionero de Romances.
Ars Atlántica apunta alto con este trabajo gracias a un esmerado compromiso musicológico y a una envolvente verosimilitud en las transcripciones, con instrumentos antiguos, y la dulcísima arpa renacentista de un orden. María Giménez y Hugo Bolívar aportan unas voces muy bien asentadas en sus registros en un disco donde la narración romancera popular y melodías más cortesanas reconstruyen una música que sitúa al oyente en pleno Siglo de Oro español.
Por Carlos García Reche
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