A punto de concluir este 2021, el octavo centenario de Alfonso X el Sabio (1221-1284) coincide con el lanzamiento de un nuevo disco sobre sus célebres Cantigas de Santa María. Siendo el rey autor directo o indirecto, la obra constituye una de las mayores joyas del repertorio musical medieval, a caballo entre lo trovador y la liturgia. A pesar de estar ya registradas por músicos de la talla de Lamandier, Savall o recientemente por Magraner, el sello de Eduardo Paniagua es siempre una de las mayores garantías de rigor histórico. El fundador del mítico Atrium Musicae y Música Antigua vuelve a la carga con su milicia especialista en artes antiguas con un doble disco colmado de historia y geografía, para reavivar la música de la corte alfonsina, un proyecto antológico que pretende abarcar todas las cantigas.
La nueva entrega recopila aquellas ubicadas en la Provenza y Auvernia, sucediendo partes recitadas, cantadas e instrumentales, bien distribuidas según su modo y carácter. A destacar la variedad y la imaginación desplegada en estas recreaciones a partir de la monodia original, contando con instrumentos inusuales y manteniendo siempre una percusión vertebradora y equilibrada. Paniagua apuesta por una selectiva instrumentación según la temática y letra de la cantiga, por ejemplo, campanas para recrear la iglesia de Puy, o cuerda pulsada para aquellas de temática más trovadoresca. Quizá el tar o el sacabuche constituyen algunas de las opciones más arriesgadas, aunque puntuales. Por otro lado, tal vez, una mayor presencia vocal femenina remara a favor de una alternancia algo más atractiva, aunque ello incurriera por un momento en licencias más fantasiosas. Sin embargo, se agradece la excelente dicción de los cantantes y la homogeneidad acústica.
Paniagua firma así otro rico viaje a través de los milagros de Santa María en una nueva propuesta de arreglos convincentes y adecuados al texto, en las que el rigor y subjetivad casan bien durante 144 minutos, manteniendo la esmerada intención de hacer cercana una música tan lejana en el tiempo a los oídos de hoy. ¡Aleluya!
Por Carlos García Reche
Deja una respuesta