El avance tecnológico mediante un holograma ha permitido materializar tridimensionalmente la figura de María Callas treinta y un años después de su muerte, cantando y moviéndose sobre un escenario. La presentación tuvo lugar el pasado 25 de noviembre en el London Coliseum, con la Royal Philharmonic Orchestra, y un programa que incluía arias de opera italianas y francesas.
Si exceptuamos el aria «Ebben?… Ne andrò» de La Wally de Alfredo Catalani, grabada en 1954, donde puede escucharse la voz de Callas en su mejor momento, con una extraordinaria interpretación, las grabaciones están realizadas entre 1958 (aún con la cantante en buenas condiciones vocales) y 1964, donde la voz presenta cierto deterioro, sobre todo con un fuerte vibrato en los agudos. Sin embargo, su extraordinaria capacidad dramática para darle relevancia a cada frase y palabra cantada, hacía pasar a un segundo plano problemas en la emisión. Ello se pone de manifiesto en su gran interpretación de la «Habanera» y el «Aria de las cartas» de Carmen y en el aria «Vissi d’arte» de Tosca, pertenecientes a las grabaciones de ambas óperas dirigidas por Georges Prêtre (gran admirador de Callas), en 1964.
Impresionante su interpretación del aria «Suicidio» de la grabación de La Gioconda de Ponchielli, dirigida por Antonino Votto, en 1959. Magnífica y muy matizada su interpretación de «Casta diva» de la grabación de Norma (personaje esencial en la carrera de Callas) de Bellini, dirigida por Tullio Serafin, en 1960. Excelentes sus interpretaciones verdianas, con una brillante resolución de la coloratura, en los dos fragmentos de Macbeth: escenas de «La carta» y el «Sonambulismo», en unas grabaciones realizadas en 1958, dirigidas por Nicola Rescigno, que también incluyen «La escena de la locura» del Hamlet de Ambroise Thomas, donde Callas muestra su dominio estilístico e idiomático del repertorio francés.
Por: Diego Manuel García
Deja una respuesta