Brisas, Preludios y Tientos para Guitarra
Laura Verdugo del Rey, guitarra
Jsm Guitar Records JSM 6.029
★★★★★
La guitarra es a su vez, para David del Puerto, hogar y taller; el lugar donde todo reposa y desde donde todo comienza, donde acudir cuando no sabes a dónde ir y a donde vuelves cuando lo has visto todo; y al mismo tiempo es experimentación, búsqueda, comienzo y final, son etapas y un continuo a lo largo de los años. Y por eso es en la guitarra donde podemos descubrir al verdadero David: un espíritu en búsqueda constante, melodías con contornos suaves, exóticos colores armónicos, la garra rítmica de lo que fue un adolescente rockero.
Brisas, Preludios y Tientos para Guitarra es la publicación más extensa de obras para guitarra de David del Puerto, con un total de 18 piezas breves (una manera de llegar más certeramente al público de nuestro tiempo) y una rapsodia, su número 4, de gran envergadura.
Interpretadas por Laura Verdugo del Rey, estas piezas adquieren una calidez y emoción particulares; sintonía entre composición e interpretación que lleva al oyente hasta un lugar poco transitado (generalmente de lucha entre el material y las manos de quien lo forma, acentuado de más en un instrumento como la guitarra y en un contexto como el de la música de nueva creación).
Hay una experiencia realmente reveladora con este disco, que nos hace entender perfectamente la música de David, y que ocurre con cada una de sus piezas. Invito al oyente a darle al play y cerrar los ojos, y escuchar con atención pero no demasiado, como queriendo contrapesar el disfrute emocional y el intelectual, como observar un cuadro con los ojos entreabiertos. Les invito a percibir los colores y las formas de los trazos de una manera difuminada, que les permita entrar en su mundo. Lo hago para que se den cuenta del viaje que supone la música de David, el profundo conocimiento del material e instrumento que nos llevan de principio a fin sin habernos dado cuenta del pavimento sobre el que transitábamos. Un viaje continuo, sin fisuras, con una coherencia realmente pacificadora. Un trabajo, de nuevo, entre intérprete y compositor que no hace sino ayudarnos a percibir estrictamente lo necesario, sin azúcares añadidos (para quien se deja llevar).
Este disco es, en definitiva, David y Laura, una entidad sonora bipartita tocada por la varita mágica de la MÚSICA, en mayúsculas. Gozo y remanso del alma.
Por Pablo de Diego
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