Bajo el lema firmado por Ferrucio Busoni afirmando que «cada notación es una transcripción de una idea abstracta», el médico y pianista alemán Christoph Ewers, formado fundamentalmente en música eclesiástica y piano en la Musikhochschule de Stuttgart, justifica la aportación que propone este álbum con dieciocho tracks dedicados íntegramente al excelente compositor hamburgués Johannes Brahms (1833-1897), y concretamente a la sublime producción liederística que legó a la humanidad. Con algunos opus completos, como los 91 y 121, el disco contiene páginas tan sugerentes y reverenciadas por el melómano como el popular Wiegenlied (opus 49 núm. 4), que todos hemos cantado a nuestros hijos. El propio Christoph Ewers se prodiga en concierto con el dúo pianístico que forma junto a su compatriota Michael Kuhn.
Conociendo personalmente tanto a intérpretes como a transcriptor (ya me encantaría poder decir lo mismo del autor), doy fe del esmero que tanto Sofía y Carles como Christoph deben de haber puesto en este proyecto, publicado en el propio sello del dúo (KNS Classical), residente en Girona (en cuyo conservatorio profesional han impartido docencia), responsable artístico de festivales musicales en lugares tan emblemáticos como el Monasterio de Sant Pere de Rodes y promotores de una importante actividad en pro de la divulgación musical. En el interior del libreto podemos leer, en inglés, la trayectoria de los artífices de este álbum y los interesantes comentarios del responsable de la transcripción.
Los amantes del lied en general, y particularmente del brahmsiano, pueden encontrar aquí la posibilidad de acercarse a esta deliciosa música desde otra perspectiva y, sin son capaces de escuchar sin prejuicios, dando una oportunidad a la pureza de la música al margen de planteamientos organológicos, podrán apreciar los valores con que el músico romántico impregnó su obra escrita para piano, de valor insuperable, y también de su producción para piano a cuatro manos.
Estamos ante una aportación que enriquece de forma original y esmerada la ya vasta discografía dedicada a Brahms en la que, para este tipo de formación, siguen brillando de forma estelar obras magnas como las veintiuna Danzas húngaras WoO 1.
Por: Antonio Soria
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