Reseña | Boulanger

Ante nosotros un trabajo deslumbrante que tiene como objetivo descubrir al oyente la esencia de las hermanas Lili y Nadia Boulanger, compositora y docente, respectivamente, mujeres indispensables en la música culta del siglo XX. Silvia Olivero Anarte ha realizado un excelente trabajo de recopilación, reconstrucción y adaptación para banda de un repertorio caracterizado por la variedad y la fuerza. El resultado: un trabajo de calidad, que sorprende y agrada a partes iguales. Tal vez el oyente disfrute escudriñando las diferencias entre originales y arreglos, descubriendo qué nuevos timbres y resonancias contienen estas orquestaciones. De la misma forma, dirige de forma soberbia a la Banda Municipal de Málaga. Una ocasión extraordinaria para disfrutar de esta sucesión que comienza con las voces del pasado: dos obras de Saint-Saëns y Fauré. Ambos pertenecen a un árbol genealógico musical donde el primero fue el profesor del segundo. A su vez, Fauré, amigo de Ernest, padre de las hermanas Boulanger, fue profesor de Nadia. Continúa con dos obras de Lili caracterizadas por el contraste y donde los arreglos potencian sobremanera el estilo de las mismas. D’un soir triste introduce al oyente en una atmósfera cargada y opresiva, con el metal como aliado. La percusión y el viento madera de D’un matin du printemps nos transportan al comienzo del ciclo de la vida en la naturaleza de forma rápida y real. La segunda parte del trabajo tiene como protagonista a la hermana mayor y su legado pedagógico. El bandoneón de Piazzolla en su inmortal Adiós Nonino, convertido en clarinete, representa la verdadera esencia del compositor a partir de los consejos de Nadia. El arreglo es bello, simétrico y emocionante, llevado a cabo con maestría y rigor por el clarinete de Marión Guaita Alcolecha. Poème du Feu de Ida Gotkovsky es la única pieza de la selección compuesta originalmente para banda. El trabajo tiene como colofón An outdoor overture de Copland, donde, una vez más, la fuerza y el vigor son las características principales, augurando un futuro prometedor.

Por Patricia García Sánchez