Reseña | Beethoven: Un retrato vienés.

Aunque la literatura sobre Beethoven es numerosísima, el trabajo de Reverter y Sapells viene a plantear un atractivo punto de vista: el retrato de la persona en el entorno que le tocó vivir; un marco que abarca desde 1792 a 1827, treinta y cinco años muy importantes en la vida de la capital austríaca, y no menos relevantes en el difícil devenir personal y profesional del compositor. Una fotografía de un ambiente cultural que le permitió, a pesar de todo, desarrollar sus capacidades, plantear sus innovaciones en las formas y dar cima a una producción no siempre bien entendida en su momento.

El volumen se desarrolla en 14 capítulos, en los que se ofrecen el retrato del hombre (no solo del músico) y el análisis de un buen número de sus obras más representativas, incluidos ejemplos musicales y discografía recomendada. Seremos testigos de su llegada e integración a la vida cultural vienesa, conoceremos su aspecto físico a partir de los retratos que se conservan, sabremos de sus inquietudes y problemas psicológicos gracias a sus cuadernos de conversación, sus íntimas confesiones al conocer su sordera, sus angustias reflejadas en el testamento de Heiligenstadt, sus tratos y negociaciones con los responsables de la vida cultural vienesa, o sus complejas relaciones con las mujeres.

A medida que va desarrollándose el aspecto biográfico, los autores nos ofrecen el análisis de partituras como el Septimino opus 20; la imponente Sinfonía Heroica; el majestuoso Concierto Emperador; el Trío del Archiduque; Fidelio, su única ópera; los lieder y el ciclo A la amada lejana; los cuartetos dedicados al príncipe Razumovsky; la Sonata a Kreutzer; las sinfonías Quinta y Sexta; la Sonata Hammerklavier; la Sonata para piano núm. 32, última de la serie; la Misa Solemne; la Sinfonía Coral; y los últimos cuartetos de cuerda.Gracias a estos análisis conocemos, también, las aportaciones de Beethoven a la música de su tiempo, aprovechando la evolución de los instrumentos, ampliando el concepto del cuarteto de cuerda, haciendo evolucionar la forma sinfónica.

Con una redacción atractiva, la lectura resulta cómoda, alejada del estilo «científico» de algunos estudios eruditos, aunque no faltan numerosos datos e informaciones, como es natural. El estilo es muestra de las conocidas cualidades divulgadoras de los redactores. El libro se completa con una amplia bibliografía y el catálogo completo de la producción beethoveniana. Interesante también el excelente retrato de la ciudad de Viena y de su envidiable ambiente musical.

Por José Prieto Marugán