La guerra sostenida contra el Imperio francés había sumido a Austria en una catástrofe económica. Para sobrellevar la creciente escalada de precios (casi un trescientos por ciento en Viena), Beethoven debió trabajar a destajo, apremiar a los editores para publicar y esmerarse en el trato con aquellos benefactores que, a pesar de las circunstancias, aún seguían incluyéndole en sus órdenes de pago. Los Tres dúos WoO 27, escritos en el lenguaje juvenil y modélicamente clásico que el público más conservador continuaba asociando al mejor Beethoven, era un producto llamado al éxito en los escaparates musicales (recordemos que, para continúa irritación del músico, el Septeto opus 20, de 1800, fue el mayor éxito de su carrera).
A diferencia de Beethoven, Franz Wilhelm Tausch era ya un compositor maduro cuando publica los Tres dúos para clarinete y fagot opus 21 en 1813; además de un clarinetista reputado desde la infancia. Su lenguaje y estilo son propios de un período que, si bien comenzaba a cambiar, en él conserva toda la frescura. De manera invariable opta por formas sonata para los primeros movimientos y animados rondós conclusivos, no exentos de pasajes sorprendentes, como la súbita ensoñación melancólica previa al final del Rondó del Dúo en Si bemol mayor.
Ambas colecciones de dúos responden a la idea de ‘música doméstica’ (Hausmusik) y en consecuencia aceptan modificaciones instrumentales. Reemplazar el fagot por el violonchelo, como sucede en las magníficas interpretaciones del Dúo Santor-Gilort, no es infrecuente; sin embargo —hay ponerlo en valor—, esta es la primera grabación mundial de las obras con clarinete y violonchelo, instrumento más melodioso y que aporta poderosos recursos expresivos: pizzicati, acordes con dobles y triples cuerdas y un incomparable legato, apreciable en los conmovedores Larghetto y Aria de Beethoven, o el nocturnal Adagio de recuerdo mozartiano del dúo de Tausch antes citado, donde la compenetración entre Georgina Sánchez y Francisco José Gil transporta a un verdadero éxtasis.
Por Alejandro Santini Dupeyrón
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