Beethoven. Sonata Lunatica
Lina Tur Bonet, violín
Aurelia Visovan, fortepiano
passacaille PAS 1086
Grabado en la Evangelische Jesuskirche de Bad Aussee los días 19 a 21 de agosto del año pasado, bajo la producción, edición y masterización de Jean-Daniel Noir y la producción ejecutiva de Jan De Winne, las intérpretes utilizaron como instrumento un violín veneciano firmado por Carlo Tononi en 1724 que toca la ibicenca Lina Tur Bonet con un arco histórico de John Dodd datado en 1780, y un pianoforte construido por Robert Brown sobre una copia de Jakob Bertsche tañido por la rumana Aurelia Visovan. Toda una declaración de intenciones y de amor (que las artistas declaran a primera vista) que se detecta desde la primera nota con una visión de interpretación históricamente informada, avalada por el experto en la materia Clive Brown, profesor emérito de la Universidad de Leeds (ciudad del Reino Unido sede de uno de los más prestigiosos concursos internacionales de piano del mundo, fundado en su día por Dame Fanny Waterman, fallecida el pasado 20 de diciembre).
Un esperanzador disco, de cuidada estética y honesta toma de sonido, a celebrar en la vuelta a la normalidad, tras tantas cancelaciones y proyectos frustrados por el confinamiento y la pandemia, que nos presenta a dos intérpretes dinámicas, frescas, quasi impecables y muy humanas, capaces de conmover con su visión responsable sin llegar a ser víctimas del encorsetamiento académico, sino creativas, con capacidad de mostrar sensación de espontaneidad y seduciendo por su intuición (bien informada, como diría Rink). Ambas instrumentistas parecen entenderse a la perfección, regalando a la escucha una versión coherente que resulta sugerente y agradable, lo que nos anima a recomendarlo para su disfrute.
Por Antonio Soria
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