Beethoven 9th Symphony Op. 125
Mauro Loguercio, violín
Emanuela Piemonti, piano
Brilliant Classics 96711
★★★★★
La Sinfonía núm. 9 es, sin duda, una de las obras más icónicas de Beethoven y constituye un final excepcional a todo su corpus compositivo. Siendo un encargo de la Sociedad Filarmónica de Londres, los primeros bocetos datan de 1817, aunque había algunos apuntes fechados unos años antes. Será en 1823, durante una estancia en la residencia de verano del barón Pronay, cuando Beethoven concentre todas sus energías en esta composición. La versión para violín y piano que escuchamos fue transcrita por el violinista, compositor y docente checo Hans Sitt y nos ofrece una experiencia auditiva excepcional, acercándonos a la obra desde el ámbito de la música de cámara. Con este nuevo enfoque, el oyente no deja de sorprenderse por el carácter íntimo y refinado que aporta un dúo de estas características, pero sin perder en ningún momento la fuerza y riqueza de la partitura original. Loguercio al violín y Piemonti al piano interpretan con gran solvencia y buen gusto una partitura exigente tanto a nivel expresivo como técnico. La transcripción de Sitt no es meramente una melodía que realiza el violín acompañado por un piano que reduce la parte orquestal. Todo lo contrario. La parte de violín se entreteje con el piano de forma que los dos instrumentos interpretan fragmentos de gran virtuosismo. Desde los primeros compases en los que se escuchan esas quintas en pianissimo, ya captamos el tono épico de la composición. El Scherzo del segundo movimiento se destaca por su sentido rítmico y la gran claridad en la interpretación del contrapunto, pero es en el Adagio molto e cantabile donde los dos músicos juegan emocionalmente con el oyente a través de los dos temas yuxtapuestos que se van alternando. La sensación de dulzura y tranquilidad es perfectamente palpable. El último movimiento tampoco decepciona y la doble fuga que une el tema religioso con el famoso himno de la alegría expresa jovialidad. Loguercio tiene un sonido muy bello, y lo mismo se puede decir de Piemonti como pianista. Tanto los veteranos como los curiosos disfrutarán con esta grabación.
Por Francisco J. Balsera
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