Bach. The Six Suites
Tomás Cotik, violín
Centaur CRC 4030/4031
★★★★
Desconocemos la fecha de composición de las seis Suites para violonchelo solo sin bajo BWV 1007-1012. Pero fue en algún momento del, reconocido por el propio Bach, como ‘el tiempo más feliz de su vida’ (1717-1723). Servía como Kapellmeister del príncipe Leopoldo de Anhalt-Köthen, melómano que tocaba el violín y la viola da gamba. Ningún manuscrito autógrafo de Bach se conserva. A modo de Urtext opera una copia de Anna Magdalena, realizada en Leipzig, y que entra conflicto estilístico con otros manuscritos del momento, en especial el realizado en 1726 por Johann Peter Kellner, discípulo de Bach. En dicho manuscrito se indica: Sechs Suonaten pour le viola de basso. Pero no se trata de viola da gamba, incompatible por escritura y afinación. Tampoco el tipo de violonchelo queda especificado en la copia de la esposa de Bach. Podría tratarse de un violoncello da spalda o incluso de una viola pomposa, instrumentos ambos de cinco cuerdas, al igual violoncello piccolo, para el que fue escrita la Suite núm. 6 en Re mayor BWV 1012. Tomás Cotik considera las peculiaridades e inconsistencias presentes en los manuscritos para su interpretación de la transcripción para violín. Pero su interpretación, respetuosa en ciertos aspectos, no pretende ser históricamente informada. Para conservar la misma relación de cuerdas del violonchelo, transpone las notas, en las cinco primeras suites, una quinta desde la tonalidad original, tocándolas una octava más alta. Utiliza la afinación La 440 Hz, el vibrato como adorno de sonido, el tempo rubato según se indica en tratados de la época; el ornamento, siempre con mesura y, por lo general, a partir de la nota superior disonante; en los valores sigue el principio de inégalités des notes. El sonido de Cotik (violín Marc de Sterke, 2000) es claro, ligero, elegante; brillante en las gavotas y las rápidas gigas conclusivas, reflexivo e hiriente en las zarabandas. Con respecto a la interpretación, su declaración de intenciones no puede ser más honesta: ‘Quien no confíe en mi buen gusto, que me he esforzado en adquirir a través de la experiencia y la meditación, es libre de probar lo contrario […]’.
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