Las seis trío sonaras para órgano de Bach son obras peculiares en donde el alemán utiliza un lenguaje de música de cámara aplicado a un solo instrumento (los dos manuales y el pedal del órgano serían los tres instrumentos participantes en esos tríos, aunque bajo el tañer de un solo intérprete). Precisamente ese lenguaje permite hacer transcripciones de estas obras para varios instrumentos, en sustitución del órgano, y algunas de ellas con resultados verdaderamente magníficos. Quién sabe si Bach pensó alguna vez en esa posibilidad.
The King’s Consort, bajo la dirección de Robert King, quien toca también el clave y el órgano positivo en esta grabación, nos presenta por segunda vez su versión de estas obras con arreglos suyos. Si bien en 1995 el director británico ya grabó estas mismas obras para el sello Hyperion con resultados magníficos, esta grabación del 2023 es totalmente nueva, con distintos intérpretes, a excepción del propio director y con ideas renovadas bajo la experiencia de 28 años desde la primera grabación.
El conjunto, de instrumentos originales, está formado por violín, viola, oboe, oboe d’amore, tiorba y clave y órgano, alternados en función de cada una de las sonatas, cosa que le otorga a cada una de ellas un carácter y color diferentes, a diferencia de otros grupos que deciden emplear siempre los mismos instrumentos en cada una de las sonatas. Cabe destacar el rigor interpretativo de esta versión hasta el punto de que las obras parecen escritas por el propio Bach para este dispositivo instrumental.
Destaca la belleza de la Sonata BWV 528, en donde la combinación del oboe d’amore y la viola como instrumentos solistas le dan un color oscuro a la sonata, a la vez que melancólico, con un bajo continuo formado por violonchelo, tiorba y órgano. Destaca el buen hacer de la violinista Kati Debretzeni, de sonido cálido e imaginativo, al igual que la oboísta Frances Norbury, que resuelve hábilmente sus difíciles papeles. El bajo continuo, formado por violonchelo y tiorba, liderado bajo el clave u órgano (en función de la sonata), suena bien cohesionado, con bajos destacables de la tiorba y el órgano y un clavecín discreto, pero, a su vez, muy bien realizado.
Por Àngel Villagrasa Pérez
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