La Virgen María ha inspirado miles de composiciones a lo largo de la historia de la música, tanto a nivel puramente litúrgico como en formatos más libres. Brilliant Classics presenta este recopilatorio de 10 discos con un catálogo del propio sello y de otras series económicas como Naxos en el que se congrega un interesante caleidoscopio de himnos marianos en latín, desde el canto gregoriano hasta Arvo Pärt. Grabaciones de una elevada calidad interpretativa, pertenecientes en su mayoría a grupos vocales de escasa fama para un aficionado medio, pero caracterizados en general por lecturas de gran refinamiento.
Los grupos italianos son los más numerosos, desde Armoniosoincanto en el medieval Laudario di Cortona, pasando por la música renacentista y barroca, uno de los mayores atractivos del cofre, y que nos permite descubrir algunas figuras compositivas. Como ejemplos, Il Pegaso toca Monteverdi, Eridanus en motetes de Maurizio Cazzati, el Ensemble Seicentonovecento en Arion Romano de Giacomo Carissimi, I Musici del Gran Principe con antífonas de Alessandro Melani o el Coro Claudio Monteverdi de Cremona cantando Francesco Cavalli. Al lado quedan versiones de los Salve Regina de Vivaldi y Pergolesi con las sopranos Carla Huhtanen y Angharad Gruffyd Jones. No faltan el mítico Choir del King’s College de Cambridge —en su admirable versatilidad de estilos— o la Oxford Camerata cantando polifonía renacentista. La legación española es modesta (Malandança en Cantigas de Alfonso X, Coro Victoria en Alonso Lobo). Un disco dedicado por entero a Mozart recoge varios Regina Coeli en los dinámicos registros de Nicol Matt con el Coro de Cámara de Europa, que participan además en los Marienlieder de Brahms. Sobresale el Salve Regina en Sol menorde Haydn en una emocionante traducción del Kammerchor Stuttgart. Los más taquilleros Ave Maria (Schubert y Gounod) son defendidos deliciosamente por la soprano Ingrid Kertesi, hallamos la primera grabación mundial del Salve Regina de Francesco Maria Benedetti con la soprano Ruth Ziesak y hasta un registro del tenor Peter Schreier en Schubert.
Por Germán García Tomás
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